Distintos (Laliter)

Capítulo 31

PETER

¿Cuanta mala suerte hay que tener cómo para perder un anillo valioso en el medio del campo? Fui un estúpido, se me ocurrió la brillante idea de sacar el anillo de su cajita y mirar el amanecer con Lali fuera de nuestra cabaña, cuando metí la mano en mi bolsillo no encontré nada y entré en desesperación, intenté ser disimulado, pero tenía la esperanza de encontrarlo, y en el medio hacer cómo si no estuviese pasando nada.
Cubrí a Lali con la colcha de la cama matrimonial para que no pasara frío, ella me pidió que me quede pegado a ella y cedí, no tenía mejor plan que ese, salvo encontrar el anillo que perdí sin tener idea cómodo.
-Peter hay algo de lo que quiero hablar...-me miró de reojo y después de frente- se nos vienen tiempos difíciles, vamos a tener que ajustar los gastos... hacerle una habitación a nuestro bebito.. sobretodo prepararnos mentalmente para afrontar el futuro-elevó sus cejas- y sé que tenemos mil prioridades antes que nuestro noviazgo, pero por algo se dio cuando se dio, por algo se dio ahora entre tanto caos..-esbozó una pequeña sonrisa que le correspondí de la misma manera- y quiero apostar a lo nuestro.. y tal vez no sea lo primordial lo que quiero hacer, aunque un algo me dice que vos pensaste en lo mismo
Me quedé desconcertado, ¿a que se estaba refiriendo?
Cuando vi que me mostró el anillo que creí haber perdido mi cabeza hizo "click" y entendí el porque se puso tan nerviosa.
-Es mi anillo...-elevé mis cejas mirándola a los ojos-¡¿cómo?! ¡¿Cuando?! ¡¿Qué?! ¡¿Hace cuanto tiempo lo tenías vos?!
A ella se le formó una sonrisa tímida y elevó sus cejas coqueteando conmigo.
-Me parece que lo perdiste en el baño.. se te cayó al suelo y me llamó la atención, porque no es un anillo cualquiera, tiene una piedrita que brilla mucho
Sentí el sudor aparecer en mi frente.
-¿Querés una explicación?-me rasqué la barbilla intimidado.. ¡¿yo intimidado?! ¡Y nervioso, muy nervioso!- la realidad es que no sabía si hacerlo o no, porque justamente estamos con muchas cosas en la cabeza y por enfrentar, entonces
Me besó, de manera lenta, sonreí cuando se apartó a penas, sus ojitos brillaron y no tuve más dudas.
-¿Te querés casar conmigo Peter?-me mostró el anillo que yo le compre a ella, eso me hizo reír y sonreírle.
-¡¿Quién terminó atrás mío?!-la jodí y me reí gozando, ella me pegó en el brazo y para "calmarla" le dejé un besito en la mejilla.
-Sos un idiota-me puteó con total confianza.
-Se supone que este anillo lo compré yo para vos, la idea no era que me lo de a mi, no me entra ni en el dedo meñique-elevé mis cejas y le mostré mi dedo.
-¿Querés o no?-me miró con firmeza y la noté a la defensiva, poco a poco la ansiedad iba apoderándose de todo su sé.
-Obvio tonta-la besé y ella quedó descansando su frente sobre la mía, la miré a los ojos encantado- ¿te parece comprometernos para el futuro? Tenemos un par de desafíos como pareja antes de pasar por el civil-hablé todo nervioso y ella soltó una carcajada feliz-¡¿qué Lali?!
-Me importa poco o nada lo que me estes diciendo ahora, ¡ya me dijiste que sí! Y ahora soy la jefa absoluta de su vida-gozó de su poder y se acercó, iba a besarla pero se apartó- ya que no te entra el anillo-me lo devolvió.
Supe que lo que tenía que hacer y lo hice, agarré el anillo y se lo coloqué en uno de los dedos de su mano, después le dejé un besito ahí.
-¿Estas lista para desafiarnos?-no dejé de mirarla y ella asintió con la cabeza.
Nos quedamos mirando a que salga el sol, y después nos preparamos para ir a desayunar, el desayuno fue al aire libre, en el campo silencioso y sólo con el ruido de algunos insectos, los árboles y los pastizales moviéndose por el viento.
Lali comió tostadas con distintos tipos de dulces, después untó manteca y dulce de leche a la última que le quedaba.
-Te va a caer mal-se lo advertí.
-¡Soy de buen comer! ¡Voy a estar bien!-ella minimizó el asunto y me sonrió, caprichosa hizo lo que quiso, y después tuve que soportarla quejándose en todo el viaje de vuelta hasta mi casa.

LALI

Me sentía pesada por haber comido mucho.. ¿manteca y dulce de leche en un solo desayuno? Demasiado colesterol y alto pico de glucemia.
Igualmente me dormir en el auto, y cuando estábamos por llegar agarré una bolsa y me descompuse, Peter tuvo que frenar el auto, se preocupó y se ocupó de hacerme sentir bien, bajo en una estación de servicio a comprar agua.
Yo bajé para cepillarme los dientes y lavarme la cara.
-Al fin, hogar dulce hogar-suspiré.
Al pensar bien en lo que había dicho en voz alta me sorprendí, llamé al hogar de Peter mi hogar.
Él me rodeó con sus brazos de manera cariñosa.
-Así que finalmente ya lo sentís tu hogar..-me sonrió entusiasmado- toda la vida esperé por este momento.. que mi lugar deje de ser solamente mi lugar y que otra persona se sienta como yo.. libre.. cómodo... y que le sea familiar
-¿Algo que me gusta de vos?-me sinceré- que cada emoción y sentimiento que exploras por primera vez se te nota que te llena al alma, te pareces a los nenes cuando reciben regalos en navidad.. te veo pleno y sorprendido de vos mismo-besé una de sus mejillas- te amo
Peter me sonrió y besó mi frente.
-Te amo jefa-me boludeó y en lugar de golpearle el brazo me dejé molestar, tregua, de ahora en más las treguas serían mis "amigas", iba a ser tener treguas o terminar en un brote de locura puteando a Peter, las hormonas se me estaban revolucionando más rápido.

Descansar en la cama y quedarme el resto del día fue reparador, al día siguiente Peter no estaba a mi lado, la cama estaba vacía.
Vi en la mesita de luz una nota.
"Me fui a trabajar"leí y suspiré, me tumbé nuevamente en la cama.
Di vueltas por toda la casa inquieta, hacer nada no era un plan que me gustaba.
Me duché, me vestí y volví a pisar el restaurante, porque a pesar de todo a mi papá le había hecho una promesa, trabajar un poco más para aumentar las ganancias, e iba a cumplir, no por querer quedar bien con mi papá, por sus empleados que no merecen quedarse en el Titanic mientras está hundiéndose.
Sin dar explicaciones a Ruperta fui al vestudario para ponerme la ropa para cocinar.
Al pisar la cocina tuve todas las miradas de los empleados sobre mi.
-¿Qué onda Lali?-Gastón me miró desconcertado.
-No pienso abandonarlos, pienso irme, pero cuando todo marche mejor-tomé aire y lo solté, después asentí con la cabeza.
-Bueno, en ese caso bienvenida Lali, siempre es lindo tenerte acá, tu energía positiva hacía falta-Gastón me abrazó y me sonrió.
-¡A cocinar!-Ruperta interrumpió el momento emotivo y me animé, le di un abrazo a ella que se quedó "congelada", no lo esperaba.
-Ahora mismo-solté a Ruperta y me puse el gorro de cocina, caminé hasta mi isla y me lavé los manos, revisé las recetas, estaba concentrada en eso cuando me tocaron la espalda, me volteé y abrí mis ojos ampliamente-¡¿qué carajo haces acá?!
Mi ex novio me sonrió tímidamente, todo culposo se puso a tartamudear, no sabía cómo encarar la conversación que no quería tener con él.
-Tu padre-siguió sonriéndome pero con una mezcla de timidez y miedo- estoy ayudándolo con temas financieros, no sabía que ibas a volver a trabajar acá-Lucas me miró detenidamente.
Y me "iluminé", miré hacia todos lados al recordar que habían mil cámaras, mi papá claramente estaba esperando que vuelva al restaurante, porque en el fondo sabe que sí soy una persona comprometida y que cumple, pero no va a admitirlo.
¿Tengo que reírme o llorar por mi descubrimiento? Porque Enzo en el fondo sabía que yo iba a volver, pero al mismo tiempo, por su orgullo herido buscó de alguna manera hacerme sentir mal, metiéndome en mi camino otra vez a una persona que tuve que haber dejado enterrada en el pasado, una que me despreció cómo ser humano.
Y sí, Enzo jugó sucio, me hizo verle la carga al idiota de Lucas, el que me cagó con Manuela.
Se me revolvió el estómago y me sentí mal.
-Bueno, ¡bien por vos!-le respondí sarcástica-¡sigo cocinando!-cambié de tema.
Intenté despejar la mente, mantenerme ocupada

Una vez en la casa de Peter lo vi con carita de cansado, rodeé su cuello con mis brazos al quedar frente a él que estaba parado mirando que vegetales usar para la cena.
-Ey-lo miré preocupada-¿qué onda tu laburo nuevo?
-Bien.. es un volver a empezar casi de cero, pero no tengo que quejarme-me sonrió con una sonrisa chiquita, no lo noté muy entusiasmado.
Yo no lo solté, seguí rodeando su cuello con mis brazos y de un momento me "derrumbé" desde lo emocional, me puse a llorar, había tenido la intención de la buena acción del día, pero ver a mi "enamorado" del pasado me trajo los recuerdos y los miedos en los que trabaje para soltar y olvidar.
Y volvió el miedo al engaño, a perder, a que me rompan el corazón, la inseguridad, y así...
Todo eso volvió por una sucia jugada de mi papá "declarándome" silenciosamente la guerra, de ahora en más ya no habría marcha atrás, Enzo iba a desaparecer de mi vida, porque eligió lastimar a su hija, y un buen padre no hace nada de lo que él hizo.