Cuando desperté Stefan ya no estaba, pero si una nota que decía que mi desayuno estaba en la cocina esperando por mí. Y unas veinte llamadas perdidas de Caroline y cincuenta mensajes preguntando donde estoy.
Devia avisarle a ella en vez de a mamá.
Después de desayunar me dirigí a la sala donde estaban Rose, Elena, Damon y Stefan hablando, así que decidí tomar asiento junto a la castaña pues el chisme es mi vida.
—ose que dices que el vampiro más viejo en la historia del tiempo está persiguiéndome— cuestiono Elena sin creerlo.
wow, de lo que se viene enterando uno.
Si, NO dijeron al mismo tiempo Rose y Stefan. Y Damon intento aligerar el ambiente tratando de convencer a Elena de que solo tal vez podía ser cierto.
Era divertido escuchar como los Salvatore trataban de convencer a Elena de que Klaus no existía y Rose seguía firme con sus palabras.
—vámonos Harriet— dijo la doble dispuesta a irse
—las acompaño— Stefan se levantó de su asiento para ir con nosotros.
—quédate, conozco el camino— dijo con una actitud rara y como no estarlo si le acaban de decir que otra vez está en peligro de muerte —vamos Harriet o llegaremos tarde
—adelántate yo me iré más tarde— pues todavía tenía que pasar a mi casa por mis cosas y a cambiarme de ropa.
Todos observamos como se iba de la casa.
—está en negación
—cierra la boca Damon— después de las palabras del castaño, tomo mi mano— vamos yo te llevo
Al llegar a mi casa recibí un mensaje de Caroline diciendo que Elena estaba con Katherine y tenía que asegúrame de que Stefan estuviera distraído.
Le dije al vampiro que no me sentía bien, así que decidió que lo mejor era quedarnos en casa viendo películas hasta que yo me sintiera mejor, pero todo se vio frustrado cuando leyó uno de mis mensajes con Caroline.
Al día siguiente era mi descanso así que le mande un mensaje a Stefan diciéndole que hoy no formaría parte de la actividad salvemos a Elena.
Estaba sirviendo mi desayuno cuando escuche el timbre de la puerta.
—hola, Harriet— Elijah estaba parado afuera de mi casa —¿me permites pasar?
—por supuesto, pasa—me moría de ganas por saber qué hacía en mi casa —¿quieres algo de tomar?
—un café estaría bien
Ambos nos dirigimos a la cocina donde le entregué su café y me dispuse a comer mi desayuno.
—sin sonar grosera, pero ¿por qué estás aquí?
—necesitaba comprobar algo— me observaba con suma atención y era raro, pero al menos no era incomodo.
—¿y que sería eso?
—comprobar su parecido
—no entiendo
—me recuerdas a alguien que conocí— no sé porque la imagen de Elena con ropas de otra época apareció por mi mente.
—¿puedo saber a quién le recuerdo?
—a Tatia, una mujer que conocí hace mucho tiempo— las escenas cambiaban, pero seguían teniendo como protagonista a Elena con ropas de otra época.
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Lirios rojos (Klaus Mikaelson)
FanfictionElla, una chica con una historia desconocida incluso para sí misma que se encuentra envuelta en un drama sobrenatural. Él, un hibrido original con una vida de más de mil años repleta de experiencias que lo volvieron la criatura más temida y poderosa...