15.El baile de los 20's

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Harriet


Me encontraba entrando en el cuarto de Rebekah quien había dejado la puerta abierta.

—Hola, ¿podemos hablar?

—claro— hizo un espacio en su cama indicando que me sentara junto a ella —¿de qué quieres hablar?

En estos momentos que los nervios estaban entrando en mi sistema me arrepiento de haber escogido ser yo quien le digiera a Rebekah en vez de a Elijah.

Al menos con Elijah podría cortar la video llamada.

—y bien— me cuestionaba con insistencia pues tal parece que me quede como ida por un buen rato.

—... hace unos meses tu hermano, Stefan y yo nos fuimos del pueblo para que Klaus pudiera hacer híbridos— la rubia escuchaba con atención mis palabras —bueno, pues en uno de esos días del viaje sucedió una situación entre tu hermano y yo— por su rostro creo que esperaba lo importante de esto —pues esa situación dio paso a algo más significativo

—me estas contando como se volvieron pareja— cuestiono con algo de confusión.

—en realidad yo... te...— a la mierda lo voy a decir y ya —¡estoy embarazada!

El cuarto se sumió en un silencio que parecieron horas, pero resultaron solo segundos cuando me tomo de los hombros y comenzó a revisarme de pies a cabeza.

—¿qué haces?

—no sé cómo rayos, pero tienes una enorme panza y no estaba cuando entraste.

Entendí por completo su rostro de sorpresa cuando hablo.

—Klaus y yo decidimos que lo mejor era mantener a salvo al bebé de todo— recordé lo que paso esa noche en el hotel —muchas personas quieren matar a Klaus y pensábamos que lo correcto era ocultar la existencia del bebé.

—es cierto, demasiadas personas odian a mi hermano

—te puedo preguntar ¿porque no te sorprende el embarazo?

—Nik es una persona a quien las reglas no le aplican— dijo con un tono divertido —no me sorprende que también rompiera las reglas de la naturaleza.

—y ¿qué piensas de la noticia?

—me agrada la idea de que la familia se agrande— una sonrisa se instaló en su rostro —y ver a Nik cambiando pañales no tiene precio— ambas nos soltamos a reír.

—Rebekah— paro de reír y dirigió su mirada a mí —eres la mejor amiga que he tenido.

Unos días después de que llegara de mi viaje con Klaus hable con la rubia sobre el hecho de que él decidiera abandonarla aquí en Mystic falls, arreglamos cualquier diferencia que pudiera haber entre nosotras.

—me alegra que seamos amigas— me rodeo con sus brazos —sabes si es niña podrías nombrarla Rebekah— su tono de diversión saco risas en ambas —o tal vez Rebekah o mejor aún Rebekah

—creo que me gusto Rebekah— hable siguiéndole el juego 

—y deberías saber que si es una niña.

Ambas estábamos sentadas sobre las sábanas con la espalda recargada en la cabecera de la cama.

—¿quién más sabe de esto?

—pocas personas en realidad— y era cierto pues lo que menos queriamos Klaus y yo era poner en riesgo a la bebé —la primera persona en saberlo fue Kol

Lirios rojos (Klaus Mikaelson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora