Las hermanas Forbes se encontraban en el cuarto de la menor mientras el sol entraba por las cortinas.
—¿porque tienes esa sonrisa?— pregunto Caroline mirando a su hermana quien parecía irradiar felicidad — no parecías muy feliz en la madrugada
—oh cállate—la empujo de manera juguetona —estoy muy feliz porque tenía razón
—¿en qué si se puede saber?
—Te dije que no era una mala persona— dijo intentando justificarlo.
—el que me diera su sangre no significa que sea bueno para ti Harriet
—eso lo decidiré yo misma— dijo con firmeza para después levantarse de la cama y salir del cuarto dejando sola su hermana.
La mayor de las Forbes salió de la casa con rumbo a unas clases extra que tenía para compensar sus faltas.
—casi muero hay dentro— comento con gracia uno de los compañeros de Harriet —ya no quiero escuchar más de la escuela hasta la otra vida
—me sorprendió que no te desmayaras del aburrimiento a media clase Alec— dijo de manera divertida la Forbes.
—esa maestra tuvo suerte, bueno te veo luego Harriet
Ambos se despidieron y cuando la bruja estaba a punto de encender su auto una llamada se anunció en su teléfono.
—tanto me extrañas Care
—Harriet tengo algo que decirte— la voz con la que hablaba su hermana no parecía abundar nada bueno —Papá vino al pueblo porque le pedía ayuda para que Tyler rompiera el vínculo señorial, pero...
—¿qué paso Caroline?— la desesperación inundaba el cuerpo de la chica.
—Tyler lo ataco, pero no fue su culpa él solo
—Caroline no me importa tu novio— sonó brusca con sus palabras, pero no le importo —¿papá está bien?
—esta en el hospital
La castaña colgó el teléfono y condujo con rapidez hacia el hospital.
—estoy buscando a Bill Forbes— pregunto a una señorita que se encontraba en recepción.
—cuarto 312, tercer piso
—gracias— la chica corrió rumbo hacia aquel lugar.
—¡papi!— en cuanto lo vio corrió a sus brazos.
—mi niña, te extrañe tanto
—¿cómo estás? Te ves mejor de lo que creí
—sin mi consentimiento
—¿a qué te refieres?
—usaron sangre de vampiro en mi sistema para que sanara más rápido
La Forbes paso toda la noche con su padre y en ese tiempo ambos arreglaron cosas que tenían pendientes como lo que paso con Caroline y lo que paso con Harriet cuando se fue con Klaus.
Al día siguiente Harriet amaneció sola en la habitación y llamo a su hermana.
—¿Caroline papá desapareció?
—¿de que estas hablando?
—me desperté y ya no estaba, algo malo paso.
Ahora Caroline, Elena y Harriet se encontraban buscando al padre de las Forbes en el hospital.
—¡Papi, papi, papi! ¡por dios!— cuando lo encontraron se encontraba tendido en el piso con el cuello degollado y un cuchillo clavado en el estómago —No te mueras. No te mueras.
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Lirios rojos (Klaus Mikaelson)
Fiksi PenggemarElla, una chica con una historia desconocida incluso para sí misma que se encuentra envuelta en un drama sobrenatural. Él, un hibrido original con una vida de más de mil años repleta de experiencias que lo volvieron la criatura más temida y poderosa...