Lirios rojos (Klaus Mikaelson)

25. Cerca de un nuevo cierre

Harriet y Klaus estaban en la cocina de la casa Salvatore desayunando tranquilamente con Hope junto a ellos en su carriola. Caroline y Stefan llegaron al lugar para tomar asiento.

—Se que son pareja, pero la próxima vez que vayan a tener sexo háganlo en otro lado que no sea mi cuarto— dijo el Salvatore menor.

—Lo siento. No me di cuenta de que era tu cuarto— menciono la bruja con una sonrisa mientras lo abrazaba de lado.

—Yo te recomendaría quemar tus sabanas— Caroline se acercó a la carriola para tomar a la bebé en brazos.

—Deberías hacerle caso a mi cuñada— menciono con diversión.

—Mejor cambiemos de tema— hablo para evitar sentirse incomodo —Klaus, tienes que ayudarnos con Silas

—Se que desapareció sangre de algunos hospitales ¿Qué hay de Elena? ¿Los vampiros que pagan su humanidad no suelen excederse con sangre humana? ¿o tu fuiste la excepción?

—No fue Elena— aclaro Caroline 

—Lo que debemos hacer es encontrar a Silas— indico el Salvatore —Hay que evitar que destruya el otro lado.

—Tengo algo que hacer— informo la castaña tomando a Hope —Llámenme cuando tengan un indicio— Salió de lugar sin permitir que nadie se lo impidiera. 

(...)

—¿Qué es lo que estamos buscando aquí?— pregunto la vampira.

—Bueno, si Shane estaba trabajando para Silas debió ayudarlo a planear su siguiente paso— explico Stefan mientras buscaba indicios dentro de la oficina del profesor.

—Me imagino su lista de pendientes como villano: Robar sangre, realizar tres masacres, ir a la tintorería— menciono con gracia la rubia.

—No quiero ser presumido, pero los villanos usamos subalternos para ir a la tintorería y esas cosas

—¿Por qué él es necesario?— le pregunto Caroline al vampiro.

—No sabemos lo que Silas puede hacer. Si decidimos enfrentarnos a él, un híbrido inmortal podría ser útil.

—Además, Stefan y yo trabajamos bien juntos o al menos así era en los 20.

—Bueno mis emociones estaban apagadas.

—Y por eso eras más divertido. Igual que Damon debe disfrutar de la compañía de Elena sin emociones en Nueva York.

—Mi hermano sabe lo que hace

—¿tú crees?— pregunto con burla —No subestimes el encanto de la oscuridad Stefan. Hasta los corazones más puros son atraídos

—Creo que encontré algo— interrumpió la rubia —Figuras simbólicas en las artes oscuras— coloco en el escritorio el libro —¿Bonnie mencionó triángulos de expresión? Aquí

—"En algunas escuelas de magia, en dicha expresión el sacrificio humano puede ser usado como centro de poder. Se dice que la suma de dos sacrificios sobrenaturales compone la energía mística creando un triángulo de expresión"— leyó el vampiro.

—Humanos: el fuego del consejo— señalo la rubia —Demonios: el fracaso híbrido de Klaus— dijo con la intención de molestarlo.

—En realidad yo no lo llamaría fracaso ¿Y el tercero?

—hay no— dijo preocupada —Brujas

Mientras eso pasaba Harriet se encontraba en con rumbo a la casa de Bonnie después de haber dejado a su hija con Sean quien ya se había recuperado de la resaca.