Lavando platos

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Capítulo 14. "Lavando platos".

Me encontraba de camino a la casa de Paul, y aunque la manada y los miembros del consejo conocían mi naturaleza, debía guardar las apariencias con el resto de los habitantes de la reserva, por lo que iba en la Jeep de Emmett.

Estaba llegando a la casa de Paul, pero al tocar la puerta nadie respondía. Después del tercer intento y sin percibir ningún indicio de la presencia de mi compañero en su casa, decidí llamarlo por teléfono.

- ¿Hola? - se escuchó la voz de Paul del otro lado, y era evidente que se encontraba comiendo algo.

- Hola Paul, no estás en casa, ¿verdad? - pregunté mientras me alejaba de su puerta y me acercaba a la camioneta.

- ¡Mierda! Nena, perdón - se escuchó cómo arrastraba una silla - No me di cuenta de la hora. ¿Estás en casa? Voy para allá.

- Tranquilo, no importa - contesté mientras subía a la camioneta - Si estás comiendo, puedo esperarte.

- Oye, ¿por qué no mejor vienes para acá? - Se empezaron a escuchar murmullos del otro lado - Estoy en casa de Sam y Emily.

- ¿No les importa que vaya?

- ¿Bromeas? Para nada. A Emily le agradas, y ni hablar del idiota de Embry y el pequeño Seth - contestó mientras se escuchaba morder algo crujiente.

- Está bien para mí entonces - contesté, poniéndome el cinturón - Solo dime cómo llegar.

Paul me indicó cómo llegar desde su casa hasta la de Emily y Sam. El camino fue muy corto; sin problema, podría haber llegado caminando, pero como Esme había preparado lasaña, brownies y pastel de coco para Paul, debía llegar en auto si quería que llegaran en buenas condiciones.

Al bajar de la camioneta, Paul estaba en los escalones de la entrada al porche de la casa, esperándome. Cuando vio que abría la puerta trasera, enseguida se acercó a mí.

- Vaya, nena, trajiste comida - soltó Paul, ayudándome a cargar los dos recipientes de lasaña y uno de los pasteles de coco.

- Sí, Esme lo hizo para ti - respondí sonriendo, mientras yo tomaba los recipientes con brownies y el último pastel de coco - ¿Entramos? - pregunté, volteando a verlo.

Paul tenía una sonrisa en su rostro. Se acercó para darme un rápido beso de pico, y con un movimiento de cabeza comenzamos a ir hacia la entrada de la casa. No entramos a la casa, cuando Seth salió emocionado de ella.

- ¡ALE! - gritó, ayudándome con dos recipientes y entró a la casa.

Miré rápidamente a Paul, que parecía fastidiado, y entré a la casa.

- Hola, buenas noches.

Saludé al entrar y ver que se encontraba toda la manada, junto con Emily y otra chica que estaba sobre un lobo. Algunos me contestaron con un simple "hola", otros solo movieron la cabeza. Me detuve por instinto mientras Emily se acercaba a mí.

- Alessandra, qué bueno que viniste - dijo Emily acercándose para saludarme con un beso en la mejilla - Y además trajiste comida. ¿Por qué no la dejas en la mesa, cariño?

Le hice caso a Emily y me di cuenta de que tanto Paul como Seth ya habían dejado la comida en la mesa. Embry incluso ya estaba tomando un brownie.

- No sabía que los vampiros supieran cocinar - dijo el chico que tenía a la chica en sus piernas.

- ¡Jared! No seas grosero - exclamó Emily - Fue muy amable de tu parte, Ale.

Solo le di una sonrisa mientras era jalada de las caderas por mi compañero, quien ya se encontraba sentado al lado de Jacob. Paul me jaloneó hacia su lado y con la mirada señaló la silla vacía a su derecha.

Desafiando al destino | Paul LahoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora