El plan

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Capítulo 30. "El plan".

Paul's Pov:

Me estaba levantando de la cama para buscar a mi hermosa impronta cuando noté un pequeño pedazo de papel pegado al refrigerador que decía: "No quise despertarte. Te ves muy lindo durmiendo y necesitas descansar. Fui a hacer unas cosas. Llámame cuando te levantes. Te amo, A." Sonreí al leer lo último.

Estaba a punto de abrir el refrigerador para hacerme algo de comer cuando me llegó el aroma a pan y miel. Me acerqué para investigar y encontré un plato repleto de hot cakes remojados en miel dentro del horno de microondas.

- Vaya, que es maravillosa - dije para mí mismo mientras sacaba la comida.

Después de comer, me di una ducha rápida y me puse algo sencillo porque quería ir a visitar a los chicos. Hacía semanas que no los veía, excepto al odioso de Jacob, ya que no salíamos de la casa de los Cullen.

Al dirigirme a la cochera, noté que estaba el auto de Alex, así que tomé las llaves y me subí. Dentro del coche, le mandé un mensaje a mi impronta informándole sobre mi destino. Respondió que me vería allí, y cuando lo hizo, me percaté de la hora, eran las seis de la tarde. Maldición, había dormido mucho. Era cierto que probablemente me quedé dormido al amanecer, pero no era mi culpa que mi impronta fuera una ninfómana; yo solo quería hacerla feliz.

- ¡Paul, qué milagro! - dijo Emily acercándose a mí.

- Hola, Emily - saludé correspondiendo a su abrazo - ¿Y los chicos? - pregunté, viendo la casa vacía.

- Fueron a comprar comida. Hoy no tuve tiempo de prepararla - explicó, sentándose en una silla junto a la mesa del comedor.

- Oh, está bien - dije sentándome frente a ella.

- ¿Dónde está Alessandra? - preguntó con interés.

- Ella vendrá aquí - respondí sonriendo.

- Hacen una linda pareja - comentó Emily también sonriendo.

- No tanto como tú y Sam - dije sinceramente - Por cierto, ¿cómo va lo de la boda?

- Oh, bueno, con todo esto de los vampiros italianos y la pequeña hija de Bella, la hemos pospuesto de nuevo - dijo, luciendo desanimada.

- Lo siento, Emily.

- Tranquilo, fue solo por un mes. Mandaremos las invitaciones una vez que todo este asunto haya terminado - dijo ahora más feliz.

- Estoy feliz por ustedes dos - dije alegremente - Desde que los conozco están comprometidos, ya era hora - agregué divertido.

- Sí, bueno, me enteré de que tú también quieres comprometerte - dijo mientras bebía un poco de agua.

- Sí, ya tengo el anillo - dije feliz.

El día que Alice dejó la nota con Sam, también me había dejado una bolsa dentro de mi vieja camioneta que contenía el anillo mejorado, con una nota que decía: "Le pedí permiso a Sam para entrar a tu casa por esto. Le agregué la piedra que querías. Por favor, tómalo como un favor que después te pediré de regreso". Al principio estaba un poco enojado, pero después simplemente lo acepté. Después de todo, Alice veía el futuro; algo debía de saber.

- Eso es genial, Paul. ¿Y cuándo le harás la propuesta? - preguntó emocionada.

- No lo sé aún. No sé cuándo será el momento perfecto - respondí.

- Si lo piensas mucho, nunca encontrarás el momento perfecto. Solo hay momentos, Paul. Tú los haces buenos o malos - dijo Emily, tomando una de mis manos mientras me sonreía.

Desafiando al destino | Paul LahoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora