Desafiando al destino | Paul Lahote

Creciendo juntos

Capítulo 33. "Creciendo juntos".

Por la noche, Jacob, Renesmee, Paul y yo nos dirigimos al bosque, donde acordamos encontrarnos antes de buscar a los Vulturis. Todos los vampiros se reunieron en un círculo, excepto Bella y Edward, quienes permanecieron con Renesmee dentro de una pequeña casa de campaña.

Jacob y Paul trajeron un montón de leña y la dejaron en el centro, mientras Benjamín tuvo la amabilidad de encenderla con su maravilloso don. Paul se acercó a mí de inmediato, haciéndome sentar sobre él.

- Esto me gusta - dijo Paul, dejando un beso en mi hombro - Una hoguera antes de la batalla.

- Contando historias de guerra - agregó Jacob, sentándose junto a nosotros - O simplemente parados como estatuas - añadió, observando a los vampiros a nuestro alrededor.

Apenas terminó de decir eso, Garrett se sentó cerca de nosotros.

- Nombren cualquier batalla, yo estuve ahí - dijo con altanería, mostrándose seguro.

- Pequeño Gran Cuerno - retó Jacob con la mirada.

- Estuve a punto de morder a Custer, pero los indios llegaron primero - respondió Garrett, haciendo un gesto con la mano.

Jacob solo rodó los ojos.

- El Asalto de Oleg a Constantinopla - dijo Kate, sentándose sobre la pierna de Garrett - Él no lo ganó solo.

Los irlandeses se unieron al círculo.

- Si hablamos de batallas, hablemos de la Guerra de los Once Años. Nadie hace rebeliones como los irlandeses - habló Liam al lado de Siobhan y Maggie.

- Pero perdieron la Guerra de los Once Años - señaló Garrett.

- Sí, pero fue una tremenda rebelión - corrigió Liam.

Después de unos minutos, todos los clanes estaban juntos, algunos de pie, otros sentados, todos escuchando los relatos que algunos contaban, simplemente compartiendo el tiempo mientras esperaban que lo que sucediera al día siguiente no fuera tan grave.

- Cuando nosotros reinábamos, teníamos todo: presas, diplomáticos, aduladores - dijo Vladimir - Tal era nuestro poder. Pero nunca nos pusimos sombreros blancos ni dijimos que éramos santos, fuimos honestos respecto a lo que éramos.

- Estuvimos quietos por mucho tiempo, no notamos que nos estábamos petrificando - agregó Stefan - Tal vez los Vulturis nos hicieron un favor cuando quemaron nuestros castillos.

- Hemos esperado mil quinientos años para devolver el favor - concluyó Vladimir.

Paul me susurró al oído pidiendo ir a caminar, solo nosotros dos. Por supuesto que acepté. Íbamos tomados de la mano, alejándonos del grupo.

- No puedo evitar pensar en la posibilidad de que algo malo pase mañana - dijo Paul, deteniendo nuestra caminata.

- Yo también lo hago - respondí sincera.

- ¿Te habrías ido conmigo si te lo hubiera pedido? - preguntó Paul, tomando mis manos - Si te hubiera pedido escapar, como Jasper y Alice, ¿lo habrías aceptado?

Lo pensé unos segundos. ¿Alice se había ido solo para no estar en la guardia? Por supuesto que temía estar bajo su guardia, pero creía que Alice no se había ido solo por eso, estaba casi segura.

- No lo creo - respondí finalmente - Te amo, Paul, y claro que tengo miedo de que mañana pueda suceder algo catastrófico, pero amo a mi familia y siempre los apoyaré.

- Entiendo eso - dijo, acercándose para abrazarme - Pero a veces soy tan egoísta que solo te quiero para mí.

- Yo también lo soy - reí, dejando un beso en sus labios - Y pase lo que pase mañana con los Vulturis, nuestro destino siempre estará entrelazado, porque ahora solo somos nosotros, mi amor.