Preparativos

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Capítulo 18. "Preparativos".

Alice había repartido las invitaciones de la boda; a veces parecía estar más emocionada que Bella, aunque no la culpo, yo también lo estaba.

Con Paul, durante este mes ha sido grandioso. Hemos pasado mucho tiempo juntos, a veces en la reserva, otras veces en mi casa. A su manada parecía agradarles y me llevaba muy bien con Emily y Kim, la impronta de Jared. A Paul le agradaba Alice, Jasper, Esme y Carlisle, toleraba a Edward e incluso a Rose, pero con Emmett tenía un pequeño conflicto no hablado. 

Como sea, todo iba genial. Paul y yo éramos inseparables y ya se habían acostumbrado a eso. He estado conociendo más de él y, ¡mierda!, ni hablar del buen sexo que hemos tenido.

Paul no es muy romántico. Hace dos semanas me pidió ser su novia formalmente mientras estábamos en una cafetería. No hizo ninguna escena ni nada, ni siquiera pidió un postre con jarabe que dijera "¿quieres ser mi novia?", tan solo lo dijo cuando se terminó su hamburguesa. Obviamente contesté que sí, y me dio un hermoso collar con un dije de corazón.

Los preparativos de la boda han sido divertidos, aunque Jacob desapareció al recibir la invitación. La manada intentó localizarlo, pero al parecer había salido de sus límites.

Ahora nos encontrábamos acomodando los últimos detalles de la boda. Estábamos llevando troncos para la ceremonia, e incluso Paul estaba ayudando.

- ¿Dónde los pongo? - preguntó Emmett delante de mí.

- A los lados del pasillo - respondió Alice.

- ¿Cuál pasillo? - preguntó Paul.

- Nadie tiene imaginación - dijo Alice viniendo hacia nosotros.

Alice había mandado a Bella a su casa, por lo que los chicos y yo continuábamos decorando el lugar bajo la supervisión de Alice.

Paul y yo habíamos tomado un pequeño descanso porque Paul moría de hambre. Esme le había preparado algunos sándwiches junto con una tarta de frambuesa.

- Esme cocina delicioso - dijo Paul con la boca llena de tarta.

- Lo imagino - dije sonriendo mientras continuaba viéndolo comer.

- Lamento que no puedas probarlo, nena. Me gustaría que pudieras disfrutarlo - dijo Paul.

- Te acostumbras a no poder saborear nada - dije restándole importancia.

- ¿De verdad no saboreas nada? Debe de haber algo que puedas disfrutar - dijo Paul con genuina confusión en su rostro.

Solté una risa e inclinándome en el sillón para acercarme a él y susurrar.

- Bueno, sí hay algo que disfruto que esté en mi boca - dije mientras lo veía coqueta.

- ¿Ah sí? ¿Y qué es eso, nena? - contestó Paul, siguiendo mi juego.

- Por favor, bebé, no contestes por el bien de mi salud mental - interrumpió Emmett, sentándose a mi izquierda.

Paul gruñó, yo me senté correctamente y Emmett prendió su consola.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó Paul, dejando su plato en una pequeña mesa que estaba junto a él.

- Es mi casa - respondió Emmett obvio - Esa pregunta debería ser para ti. ¿Acaso no tienes casa? - añadió, concentrado en su videojuego.

- Es una obra de caridad que Ale decidió hacer este año - dijo Rose, sentándose en una silla al lado de Paul - Adoptar a un perro - sonrió en nuestra dirección mientras comenzaba a limarse las uñas.

Rodé los ojos mientras reía. Había sido un buen chiste. Paul soltó otro gruñido y Alice y Jasper entraban a la sala tomados de la mano.

- Pues debe entrenarlo - dijo Jasper, tomando un control de la consola de Emmett - Nunca deja de gruñir.

Paul gruñó más fuerte. Yo lo tomé del brazo y le di un beso en su mejilla izquierda.

Después de que Paul venciera a Emmett en FIFA, nos subimos a mi habitación, no sin antes que Paul cenara un poco de pasta y ensalada que Esme le había preparado. Yo adoraba que Paul estuviera en mi casa, pero parecía que Esme mucho más, se la pasaba cocinando y eso la hacía feliz.

Paul estaba acostado en mi cama, porque sí, había conseguido una cama después de la primera vez que tuvimos sexo. Ahora era mucho más fácil fingir estar dormida, porque antes debía hacerlo en el sofá.

- ¿Qué haces, nena? - preguntó Paul.

- Escojo mis zapatos para mañana - dije observando tres pares de zapatos.

- Creí que ya habías comprado unos - dijo, alzando la mitad de su cuerpo - ¿No fuiste con Alice a Seattle justo por eso el otro día?

- Es que compré tres pares - dije aun viendo los zapatos - Y ahora no sé cuál usar.

- ¿De qué color es el vestido? - preguntó, poniéndose a un lado mío, también mirando los zapatos.

- Lila.

- Los plateados - dijo con simpleza mientras se acostaba de nuevo.

- Mañana será la primera vez que te vea en traje - volteé a verlo.

Paul sonrió y comenzó a quitarse la playera.

- También me verás sin él - dijo ahora quitándose los pantalones.

- ¡Pueden parar! - gritó Emmett desde el piso de abajo.

Paul y yo reímos. Él se metió debajo de las sábanas y yo me acosté junto a él. No íbamos a hacer nada; nunca hacíamos nada con alguno de mis hermanos en la casa. El oído de vampiro era delicado y yo era un poco ruidosa.

Paul se durmió a los pocos minutos después de darnos un par de caricias. Aproveché para bajar junto a mis hermanos.

- No puedo creer que Edward se vaya a casar - dije, sentándome en medio de Rose y Jasper.

- ¿Por qué no puedes creerlo? - preguntó Rose, pintando las uñas de Alice - Ambos estaban obsesionados el uno con el otro.

- Sí, eran realmente intensos - dijo Emmett desde el piso mientras continuaba jugando.

- ¿Podrían no hablar como si no me encontrara presente? - preguntó Edward, dejando de tocar el piano.

- Vamos, Edward, anímate - dijo Jasper, que también estaba jugando - Mañana será un día importante en tu eternidad.

Edward no contestó. Parecía estar estresado.

- ¿Está todo bien? - pregunté, caminando hacia él.

- Sí - confirmó, viéndome a los ojos - Es solo que me encuentro nervioso.

- ¿Por qué? - preguntó Emmett - Creí que tú eras el que quería casarse.

- Que él haya tomado esa decisión no significa que no pueda estar nervioso, Emmett idiota - dije aventándole una almohada.

Intentó esquivarla, pero eso provocó que perdiera contra Jasper.

- Bebé Ale, creo que ya estuviste mucho tiempo sin tu novio - dijo Emmett mientras volteaba a verme, luciendo enojado - Shu-shu, regresa con él - agregó haciendo movimientos con la mano.

Yo solo reí por el comentario tonto de Emmett.

- ¿No deberían de irse a tu despedida de soltero? – pregunto Rose.

- Si, creí que irían a cazar o algo así – apoyo Alice.

- La noche es joven – dijo Emmett poniéndose de pie – Pero si lo que buscan es echarnos, lo lograron, ¿nos vamos? – pregunto viendo a Jasper y Edward.

Edward, Jasper y Emmett salieron por la ventana, por lo que ahora solo éramos Rose, Alice y yo.

- ¿Me pintas las uñas? – pregunte a Rose mientras le ponía mis manos en su cara.


Desafiando al destino | Paul LahoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora