Desafiando al destino | Paul Lahote

Reconciliación

Capítulo 5. "Reconciliación".

Cuando llegué a la casa y entré a mi cuarto, lo primero que vi fue a Jasper y Emmett encima de Edward, quien se encontraba tumbado en el piso forcejeando con los otros dos. Inmediatamente me volví para salir, pero Esme y Carlisle estaban en la puerta, mientras que Rose y Alice estaban en la ventana que daba al bosque.

Ahora, me encontraba encerrada en mi habitación, sentada en un sofá, mientras Edward estaba junto a la entrada del cuarto, caminando del librero al escritorio y de regreso. Llevábamos encerrados cuatro horas y ninguno había dicho una palabra hasta el momento.

- Esto es ridículo, ¿puedes quedarte quieto? - pregunté, fastidiada por el incesante ruido que hacía al caminar.

- No es culpa mía que nos hayan encerrado en la misma habitación - respondió mientras detenía su andar y me miraba.

- ¿Estás insinuando que yo fui quien inició la pelea? - pregunté mientras me levantaba del sofá.

- Solo digo que es absurdo que te enojes porque le haya contado a Bella sobre tu don - replicó.

- Realmente esto no tiene sentido - dije cansada de la situación - Puedo salir ya? - añadí, volteando mi mirada hacia la puerta.

- No hasta que lo resuelvan - respondió Alice.

- La práctica ya va a comenzar y debo pasar por Bella - dijo Edward mientras se sentaba en el sofá donde minutos antes yo me encontraba.

- Solo hablen de una vez - instó Emmett, mientras se escuchaba que azotaba su cabeza en la puerta - Hoy sí quiero pelear contra la bebé Ale.

Volvimos a quedar en silencio y realmente me estaba fastidiando la situación. Decidí ser la hermana madura y pensé en cómo me disculparía con Edward. Además, realmente detestaba estar enojada con él. Nunca antes habíamos peleado y me sentía mal porque lo hubiéramos hecho.

- Perdón por comentarle a Bella sobre tu don - interrumpió Edward mis planes - Tienes razón, no era mi secreto.

- No, perdóname tú a mí, exageré las cosas - dije mientras me acercaba a él - Además, mi don realmente no es un secreto.

- Secreto o no, no debí haberlo compartido con nadie, sabiendo que es un tema que te molesta - contestó mientras se levantaba del sofá.

- Perdón por lo que pensé sobre Bella - dije mientras miraba hacia la ventana - No pienso que sea una alborotadora, era mi enojo pensando por mí - añadí mientras volteaba de nuevo a verlo.

- No voy a negar que tienes un poco de razón - dijo Edward mientras sonreía y miraba al suelo - Desde que Bella llegó, las cosas se han puesto un poco más... ¿interesantes?

- ¿Interesantes? Hemos arriesgado nuestra eternidad más de una ocasión - gritó Emmett desde el otro lado de la puerta.

- Ignóralo, todos lo hacemos - le dije a Edward, entornando los ojos por el comentario de Emmett.

- Estoy consciente de los riesgos a los que los expuse al integrar a una humana a la familia - dijo Edward mientras me tomaba de las manos - Y créeme que no soportaría perderte a ti.

Una tos falsa se escuchó del otro lado de la puerta, provocando que Edward y yo soltáramos una risa.

- O al resto de nuestra familia - agregó Edward - Pero yo realmente amo a Bella, y tal vez no tenga sentido, pero haría cualquier cosa por ella.

- Tranquilo - dije apretando sus manos mientras le daba una sonrisa - Entiendo eso, y porque es importante para ti, lo es también para mí.

Edward me abrazó inmediatamente y me dio un beso en la cabeza.