Quería decirle lo que sentía. Esta maldita semana en la que no pude verla, fue como si no pudiera respirar. Lo único en lo que podía pensar día y noche era en lo bella que era. Todos los miembros de la manada estaban hartos de mis pensamientos, pero tengo miedo. Tengo demasiado miedo y no estoy dispuesto a arruinar nada de lo que que ni siquiera ha comenzado.
- ¿De verdad quieres que me aleje? - pregunté al fin.
- No - respondió firme, manteniendo su mirada en mí.
Ahora había sido ella la que se había acercado un paso hacia mí. Dos pasos más y estaríamos lo suficientemente cerca como para besarnos.
- Y me alegra que al fin hayas preguntado por lo que yo quiero - dijo.
Aunque mantenía su cara sin expresiones, podía percibir felicidad en su voz.
- Ven a la reserva - dije controlando mis ganas de tomar su mano - Quiero que conozcas nuestras historias y mañana será la mejor oportunidad.
No sabía por qué se lo estaba pidiendo, pero tal vez que conozca nuestra historia sería un buen comienzo para darle razones para alejarse de mí.
- ¿Habrá fogata? - preguntó mientras sonreía.
Mierda, espero que no lo haga tan seguido, porque por esa sonrisa sería capaz de buscar algo serio.
- Sí, mañana será la fogata.
- ¿De verdad quieres intentar esto? - preguntó dando otro paso hacia mí.
- No realmente, solo creo que es necesario estar cerca para estar fuertes para la batalla - contesté mostrándome serio.
Di dos pasos hacia atrás para marcar un poco de distancia.
- Nuestras constantes interacciones solo fortalecerán el vínculo - dijo mientras hacía una mueca - Y si no quieres esto, no creo que sea lo mejor asistir mañana.
- Sé que me pediste no acercarme a ti solo por mi lobo - dije mientras evitaba mirarla a los ojos - Pero necesito estar fuerte para la batalla y con tu ausencia estos días, mi lobo simplemente ha estado distraído.
- Paul... - comenzó mientras se alejaba un paso de mí.
Sabía que se había empezado a sentir incómoda y no era mi intención hacerla sentir así. Pero no era mi objetivo etiquetar nada de esto, y sé que soy egoísta por pensar solo en cómo el vínculo afecta a mi lobo. Justo por esto, creo que es necesario alejarnos.
- Solo ven a la fogata - pedí dando un paso hacia ella.
Volteó su mirada hacia mis ojos y, mostrándose afectada por la conversación, simplemente asintió.
- Muy bien, estate preparada para salir de tu casa a las siete - dije alejándome de ella.
- ¿Pasarás por mí? - preguntó mirando hacia el bosque.
- Solo necesito que estés lista a las siete.
Me volteé dispuesto a continuar la guardia en el otro lado de la casa Swan. No quería que el resto de la guardia fuera incómodo para ella.
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