daylight ── ❛NANAMI KENTO; JUJUTSU KAISEN

- 26: King of my heart.

Nobara empuja a Yuuji con cierta brusquedad cuando inician con lo que parece ser la tercera carrera de velocidad en el patio delantero de mi casa. El sol está por lo alto con un cielo despejado y azul, la brisa es fresca, el dolor que siento en la herida comienza a ser tolerable al punto de que he dejado de tomar varios medicamentos, estoy sentada en las escaleras de la entrada con mi cabello suelto dejando que la brisa lo despeine cada tanto.

Nos iremos mañana, puedo seguir con el tratamiento y cuidado de la herida en Tokyo, las tareas comenzaban a juntarse y a pesar de que Mahito me hacía algunas aun así era cada vez más y más, lo mismo sucedía con el trabajo de Nanami, su teléfono no dejaba de recibir llamadas en todo momento las cuales el ignoraba de la forma más disimulada posible, mi padre acaparaba la atención de Nanami desde que la mañana iniciaba, lo llevaba con él al pueblo o se perdían durante horas sin decir a donde iban o que hacían, mientras hacían eso mi madre, Yuuji y yo nos la pasábamos en casa cocinando, hablando o recibiendo a cualquier visita que llegara, como ahora.

Nobara parecía no querer dejar respirar a Yuuji ni un solo segundo, le hacía preguntas, lo ponía a correr, le daba retos o ella intentaba enseñarle algún truco.

—Los niños de ciudad son débiles — la escuche decir una vez cuando Yuuji no pudo dar una vuelta de carro. La chica había inflado el pecho con orgullo, seguía siendo la misma niña llena de confianza y seguridad en sí misma la cual no tomaba en cuenta ningún mal comentario que alguien pudiera darle.

Nobara era igual a mi de niña, pero al crecer toda esa seguridad y confianza se había desaparecido de alguna forma, tal vez porque cuando crecí noté que no todo era como más historias que pasaban en la TV y cuando me mude a Tokyo fue como encontrar una nueva realidad diferente, una que me dejaba aún más en claro que todo lo que quería y anhelaba no llegaría a mi con solo desearlo, tal vez incluso jamás sucedería, pero de nuevo el destino y todo eso que me rodea se encargó de demostrarme que existen excepciones, que a veces buscar una aguja en un pajar es posible y me sentía afortunada.

Tal como pensé antes, todos esos pequeños malos momentos solo eran el pequeño precio que debía de pagar por tener asegurada la vida que quería, por encontrar a un hombre tan bueno y dulce como lo era Nanami Kento, un hombre que estaba listo para tener una familia, uno que quería una vida hogareña y que me trataba como si la fuera la mujer más hermosa aunque no lo era.

La puerta de mi casa se abre detrás de mí mostrando a mi madre, lleva puesto su delantal que tiene algunas manchas, su cabello en una coleta algo alborotada y en su dedo puedes ver aquel precioso anillo que mi padre le dio cuando se casaron, tiene una pequeña piedra en medio, una que brilla cuando el sol le da algunas veces, tiene una forma ovalada y es muy elegante. Nunca en toda mi vida he visto a mi madre sin su anillo, ella lo usa siempre y lo mismo para mi padre, ambos lo han usado cada día de su vida y lo cuidan como la posesión más valiosa que tienen, no es por el valor material, es por el valor sentimental, el anillo representa su unión y el amor que siguen sintiendo el uno por el otro. Ellos se aman incluso después de todo este tiempo.

— Yuuji luce cansado — la escucho decir, ella se limpia las manos con cuidado en la tela de su delantal antes de colocarse a mi lado — Es un niño tan adorable y bueno, me alegra saber que estarás ahí para darle ese amor que necesita.

— Yuuji tiene todo el amor que necesita y más, es la adoración de su padre — digo encogiéndome de hombros pero mi madre niega.

— No lo niego, he visto como lo cuida y le habla, con eso puedes notar como ese hombre adora a su hijo pero a veces solo tener el amor de un padre no es suficiente — me explica — Habrá momentos en donde necesitarás del amor de una madre, donde recurrirá a los brazos de su madre en busca de consuelo, en donde a veces el solo querrá pronunciar esas palabras sabiendo qué hay alguien ahí para él. Y es ahí donde entrarás tú, dale a Yuuji ese amor y esa figura que necesitará, convierte en esa madre que un niño tan bueno como él merece.