daylight ── ❛NANAMI KENTO; JUJUTSU KAISEN

-07: when you know, you know.

La entrada a la universidad siempre está llena. Ya sea por personas curiosas que pasan por ahí, alumnos que matan el tiempo libre o aquellos como yo que van llegando a lo que consideran el peor lugar para estar un lunes a las 11:00 am, sin desayunar, con la cabeza dándoles vuelta y sabiendo que se enfrentarán a algo terrible. Mi teléfono estaba inundado con mensajes de Mahito diciendo que le cubriera en las primeras dos clases ya que había comido algo que le había caído mal y tendría suerte si se recuperaba antes de la tercera clase, solo le conteste con un emoji y volví a dejar mi teléfono en su lugar.

No podía evitar lo que estaba a punto de suceder porque ambos sabíamos lo que habíamos intentando hacer esa noche. Y aunque nos habíamos evitado por casi todo un día al final tendríamos que encontrarnos en la universidad y lo principal era porque somos amigos. Hemos sido amigos por un largo tiempo y tal vez ahora lo habíamos arruinado por completo, Mahito nos odiaría, iniciando por mi, me diría que debí haber sido más lista y mantener mis sentimientos a ralla, luego iría tras Choso y le diría que era un idiota por meterse conmigo sin pensarlo y así acabaría todo. Al menos estaba segura que Mahito seguiría a mi lado, pero Choso no.

Tal vez estaba exagerando. Tome asiento en las escaleras de concreto cerca de la orilla para evitar hacer estorbo a las personas que caminaban por ahí y me quedé mirando la entrada. Quería verlo primero, donde sea que fuera siempre podría reconocerlo en una gran multitud, es algo que he siempre he hecho con las personas que me gustan, de alguna forma puedo verlas fácilmente en cualquier lugar y en cualquier distancia. Leí en un artículo de inertes que eso puedo hacerlo cualquier persona, esto debido a que nuestro cerebro siempre podrá reconocer a la persona o cosa que realmente nos llame la atención. Choso era eso para mi, era como un faro en medio del mar para mi, un punto de partida y final.

No pasa mucho hasta que un pequeño grupo de persona cruza la entrada, hablan por lo alto, ríen, llaman la atención de todo aquel qué pasa por su lado, parecen sacados de una revista de modas y entonces la veo. Brillante, rubia, un cuerpo envidiable, una sonrisa encantadora, es como una estrella que brilla incluso a plena luz del día y todos los que la acompañan no pueden evitar quitarle la mirada de encima, es el centro de atención en todo momento y ella está cómoda con eso, ella sabe que es el centro de atención. Yuki Tsukumo es la brillante estrella de la facultad de cinematografía, es aquella que tiene todo para ser una verdadera estrella, la que tiene la suerte, belleza y dinero de su lado que incluso si no se esfuerza logrará obtener lo que quiera.

Y sobre todo, Yuki Tsukomo es la equivalente de Choso Kamo. Ambos son brillantes y tienen esa extraña química que todo el mundo puede notar. Yuki hizo un corto que llegó a ser muy famoso y que incluso llegó a ser nominado en una premiación, las grandes mentes están destinadas a atraerse así que fue solo cuestión de tiempo para que ella y Choso fueran las estrellas de su carrera y sobre todo una especie de pareja que todo el mundo deseaba que se hiciera realidad en algún momento. Rara vez suelo verla en la universidad y no es porque ella no asista, más bien es que nuestros horarios nunca se topan, suelen mencionarla mucho en las pocas pláticas que logro escuchar de los compañeros de Choso, incluso él mismo a veces suele mencionarla pero es todo, esa llamada que recibió aquel día era de ella y yo solo fingí demencia, fingí que no sabía quién era Yuki y sobre todo no darle importancia porque él y yo no somos (ni seremos) nada.

Cuando el grupo de Yuki está a punto de subir las escaleras es entonces cuando noto que Choso también estaba ahí, reía a carcajada limpia por algo que la rubia había dicho y cuando su mirada se desvía hacia el frente y choca con la mía veía esa sonrisa desvanecerse por completo, se encoge de hombros y le dice algo a sus amigos quienes se quejan un poco de algo para luego dejarlo ir. La rubia toca su hombro, parece que le está pidiendo que se quede un poco más pero él me señala, los bonitos ojos de Yuki adornados con largas pestañas me enfocan y ella solo asiente antes de volver al centro del grupo y desviarse por el camino de adocretos que te hacía rodear las escaleras y llevarte a otra parte de la universidad.