Quiero fingir que no he estado mirando mi teléfono desde que me levante. Quiero fingir que he salido de mi cama y he tomado una ducha. Quiero fingir que no estoy intentando manifestar con mis pensamientos un mensaje, una llamada o alguna otra cosa de su parte. Y sobre todo quiero fingir que no he dejado de repetir en mi cabeza él momento justo en que los labios de Choso tomaron los míos, ni cuando enrede mis brazos en su cuello, ni cuando él tomó mi cintura, ni cuando no me dejaba respirar porque quería seguir besando...y tampoco cuando lo vi irse.
¿Es así como sucede, no? Estoy en esa parte de la historia en donde por fin se aclaran los sentimientos de ambos y tenemos afrontar otra clase de pruebas. El problema era que él ni siquiera había sido claro con sus sentimientos, el solo me besó, Choso solo me besó barucas veces y luego me trajo a casa, una llamada y él se estaba yendo. Aun puedo recordar sus ojos, aquellos que reflejaban algo que no pude descifrar, era como si sintiera pena y arrepentimiento pero no sabía si era porque tenía que irse de esa forma tan abrupta o porque se había arrepentido de besarme que irse era lo mejor que pudo haber hecho en esos momentos.
No me sorprendería si él no llamaba o enviaba algún mensaje, tampoco si simplemente dejaba de hablarme y comenzaba a ignorarme cada vez que nos encontráramos sin querer. No iba a sorprenderme si esto solo acababa de esta forma porque dentro de mi yo sabía muy bien que no era esa clase de chica que él puede amar. Las chicas que él puede amar y con las que puede estar son hermosas, de melenas brillantes, cuerpos delgados y ligeros, piel de porcelana, rostro angelical, largas pestañas, mejillas rosadas y los mismos gustos de él. Esa clase de chicas son las que van con él y no yo, no yo la que lucha todo el tiempo por convencerse de que era bonita, no bonita bonita, pero si bonita promedio, la que pensaba muchas veces si usar vestido iba bien, la que dejaba de comer postres una vez notaba que subía solo un poco de peso, la que tenía el cabello rizado y de color rosa porque creía que era algo bonito y genial, la que veía películas cliché de amor y la que soñaba con él.
Todo ese tiempo que pase con el, todo ese tiempo siempre pensaba de que él tal vez nos tenía lástima a Mahito y a mi, o que éramos tan fáciles de complacer y nunca le dábamos pelea que por eso se mantenía a nuestro lado, que nos acompañaba en cada mala idea y a los sábados de la noche de películas en donde simplemente el tiempo se pasaba relativamente lento y nos llenábamos la boca con comida chatarra. Choso podía hacer mejores cosas, con mejeros personas y en mejores lugares. Pero estaba ahí, lo estaba siempre y yo solo rogaba porque nunca se aburriera, porque nunca se diera cuenta que estar ahí no valía la pena, porque simplemente notara que enserio nosotros lo queríamos a él, que yo lo quería a él.
¿Cuando fue? ¿Cuando deje de verlo como un buen amigo y vacíe mis sentimientos y fantasías sobre el? Desde un principio me pareció atractivo y fue como un amor platónico, pero exactamente ¿Cuándo pasó de ser algo que podía superar a ser algo que enserio jamás superaría? No lo sabía o tal vez y deseaba ignorarlo.
Solté mi teléfono por fin. Era suficiente. Tenía que salir de la cama y comenzar a hacer las cosas que realmente debía hacer, como hacer tarea, estudiar, llamar a mis padres y plantarme frente al televisor una vez acabara con todo. Si, eso debía hacer, pero no logro que mis piernas y el resto de mi cuerpo me obedezca, de hecho hasta siento que no puedo moverme ni un poco, ni un par de centímetros, nada.
Y el teléfono suena. El tono de llamada que siempre digo que voy a cambiar porque aquella ya no es mi canción favorita y que sigo olvidando hacer. Tome mi teléfono en mi mano y lo lleve hacia mi oreja directamente una vez prense el botón para responder. No me fije quien llamaba así que guardo silencio hasta que la persona responsable sea la primera en hablar.
—¡Hina!— Esa voz, la conozco muy bien. ¿Sabían que los recién nacidos pueden reconocer a la perfección la voz de sus madres? Eso sucede y se guarda en ti incluso cuando eres anciano y estás al borde de la muerte. La dulce y cálida voz de mi madre del otro lado de la línea hace que mi humor cambie por fin. Quiero abrazarla. Me arrepentí en mi tercer semestre de universidad el haberme ido de casa. Fue un momento de estupidez, supongo, quería hacer lo que todos hacían y entonces lo hice, pero yo nunca había estado lejos de ellos, a varios miles de kilómetros y haciendo todo por mi cuenta, en momentos como estos era cuando quería volver a casa, dormir en la cama con ellos y quedarme ahí hasta sentirme mejor — ¿Hina?
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daylight ── ❛NANAMI KENTO; JUJUTSU KAISEN
Fanfiction©fanfic ;bubble. ⸻ ❝ Cada calle sin salida te llevo hacia mi y ahora eres todo lo que necesito ❞ ( 📎 ) Solo los OC me pertenecen. ( 📎 ) Menciones de temas fuertes y sensibles. ( 📎 ) fluff. ( 📎 ) Historia corta. ( 📎 ) Histo...