-18: lavander haze.

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Nanami estaciona el auto en una calle que desconozco, frente a una casa que tampoco conozco pero de ella sale casi de inmediato el chico rubio ceniza que vi en la tienda de conveniencia y detrás de él, Suguru. Visten ropa para estar en casa y se mantienen parados bajo el marco de la puerta esperando a que seamos nosotros quienes vayamos hasta allá. Me apresuro a quitarme el cinturón de seguridad y de incluso abrir mi puerta pero Nanami se extiende hasta mi para volver a cerrarla ocasionando que le mire algo confundida.

— ¿No bajaremos?— me atrevo a preguntar pero el hombre niega.

— Solo he venido por algo, será rápido — el hombre besa mi mejilla. — Quédate aquí. — Se deshace de su cinturón de seguridad y sin más abandona el auto.

Puedo escuchar a Yuuji removerse en los asientos de atrás así que me estiro con medio cuerpo ocurrió pasando entre los asientos para asegurarme de que él Niño se encuentre bien. Acaricio la mejilla de Yuuji quien sonríe ligeramente mientras aún continúa durmiendo, mi vista pasa del Niño hacia afuera en dirección a la entrada de la casa en donde aquellos tres hombres hablan entre ellos, ahora él de cabellos rubios ha sacado una carpeta con papeles y señala algunas cosas mientras Suguru y Nanami le escuchan atentamente, los papeles comienzan a ser sacados de la carpeta y se los van pasando uno a uno hasta que parecen cansarse de leer. Nanami niega antes de poner todo en la carpeta y se despide de aquellos hombres.

Es entonces cuando los tres miran en dirección al auto. Ellos dicen algo divertido porque estallan en risa y Nanami solo niega señalando el auto y sin más regresa. Yo me apresuro a darle una última mirada a Yuuji antes de volver a colocarme en mi lugar antes de que el hombre entre al auto de nuevo y cuando la puerta se abre sus ojos instintivamente viajan hasta su hijo para verificar que siga durmiendo y es así.

— ¿Todo bien?— me pregunta acomodándose en su asiento, se pone el cinturón, enciende el auto y mira hacia la calle antes de comenzar a manejar de nuevo — Lamento hacerte esperar.

— Han sido solo unos minutos — le restó importancia encogiéndome en mi asiento — ¿Y tú, todo bien?

— Si — responde casi de inmediato lo que delata que no es así, es algo que todos hacemos y sabemos identificar cuando las demás personas lo hacen.

La carpeta de papeles ha acabado guardada en algún compartimiento de la guantera. No necesitaba ser inteligente para saber qué tal vez eran papeles para presentar ante el juez cuando fueran al tribunal por la pelea que la familia de su difunta esposa había hecho por la patria potestad de Yuuji. Un nudo se formó en mi garganta, hablar en voz alta de esta tema se me hacía difícil y más porque hasta ahora era algo que seguía sin involucrarme así que debía reservar mis tontos comentarios, pero quería decirle algo a Nanami, quería decirle algo que le diera a entender que no importaba todo lo que fuera a suceder porque yo estaría de su lado y sobre todo lo ayudaría a pelear por Yuuji porque yo misma he sido testigo de lo bien padre que ha sido en todo momento.

En algún punto las calles comienzan a parecerme familiares y es cuando noto que estamos volviendo al edificio, que mi primera cita ha terminado pero sé que eso no dice que deba volver directamente a mi departamento. Nanami estaciona el auto en aquella calle de la última vez y aun cuando se que el auto ha sido apagado ambos nos quedamos en nuestros asientos en silencio. Hay una especie de barrera, se ha formado sin que lo noté y ninguno de los dos parece ser el primero en cruzarla, se lo que ha provocado que suceda y es esa situación que ni él ni yo queremos decir en voz alta porque cada vez que lo hacemos nos duele a ambos.

— Hina — mi nombre saliendo de su boca, siendo pronunciado de esa forma, casi termino soltando un suspiro. — En un par de semanas debo ir al juzgado, es inevitable que suceda y se que esto ni si quiera debe de importarte a ti pe-

daylight ── ❛NANAMI KENTO; JUJUTSU KAISENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora