daylight ── ❛NANAMI KENTO; JUJUTSU KAISEN

-20: back home.

Y el día llegó. Es de madrugada, afuera aún hay algo de oscuridad pero ya hay autos que se encuentran transitando por las calles, reviso por última vez que todo esté dentro de mi maleta antes de por fin cerrarla y abandono mi habitación en silencio, la sala está ordenada, todo está apagado y es así como de nuevo me encuentro saliendo de mi departamento para encontrarme con el pasillo en silencio e iluminado por las mismas bombillas amarillas que me dan la sensación de calidez.

Doy un par de pasos arrastrando mi maleta por el piso, los ojos me pesan, no acostumbro a levantarme tan temprano y es por eso que mantener despierta es todo un reto aún así logro dar los golpes sobre la madera de la puerta la cual se abre casa de inmediato. Luciendo igual de cansado que yo y con la ropa puesta perfectamente, Yuuji me extiende los brazos para que lo cargue entre los míos y lo hago, es de forma instintiva que su cabeza acabe apoyada en mi hombro y lo escuche respirar tranquilo, he dejado mi maleta a mitad del pasillo sabiendo que no desaparecerá de ahí. Puedo escuchar ruidos provenientes de la cocina de aquel departamento y voy hacia allá para encontrarme con el hombre que prepara café y demás cosas que parece llevar en pequeños contenedores.

— Buenos días, Ken — le saludo colocándome a su lado y apoyando mi mentón en su hombro. El hombre se agacha solo unos centímetros para besar mi frente y acariciar la cabeza de su hijo de forma tierna antes de seguir con lo suyo — ¿Qué es todo esto?

— Para el camino — me responde — Ese Niño comenzará a pedir comida en un par de horas y tú también.

Hice un puchero con mis labios pero no iba a negarlo. Desayunar temprano no era para nada mi estilo pero una vez estuviera más despierta daba por hecho que él hambre se haría notar, este hombre pensaba hasta en el más mínimo e insignificante detalle.

Al cabo de un par de minutos, Nanami se encuentra tomando cada maleta entre sus manos y me guía hasta la puerta la cual él mismo abre ya que sigo cargando el Niño en mis brazos y ya ha caído dormido totalmente. Ninguno dice nada, entramos en silencio al elevador hasta que las puertas del maten se cierran frente a nosotros para llegar al primer piso, cuando estás se abren de nuevo atravesamos la recepción vacía del edificio bajo la atenta mirada de Naoya quien entrecierra los como si le costara enfocarnos, yo le hago un gesto con la cabeza en forma de despedirme y él por primera vez lo contesta de forma educada antes de darse la media vuelta y volver a su lugar de siempre.

— Quédate aquí — Nanami me pide cuando terminamos de bajar los escalones del edificio, suelta las maletas y lo veo buscar la llave de su auto entre los bolsillos de su pantalón.

Traerá el auto hasta la entrada. Se aleja caminando por la calle en dirección a su lugar de siempre para estacionarlo. Yuuji se remueve en mis brazos un poco, incluso lo veo abrir los ojos un poco antes de volver a cerrarlos, sus brazos se enganchan en mi cuello con poca fuerza, de alguna forma cargarlo no se vuelve pesado, podría pasar horas sosteniéndolo de esa forma sin cansarme. El auto por fin llega, es estacionado lo más cerca posible de la entrada del edificio y yo solo espero paciente a que el hombre baje y camine hasta donde estoy yo.

—¿Quieres ayuda?— ofrezco intentando tomar mi maleta pero solo queda en un intento pues él se apresura a tomar todas de nuevo.

— Tienes las manos ocupadas — señala divertido.

—Soy multifuncional — bromeo liberando una mano y moviéndola frente a su rostro para demostrarle que enserio puedo ayudarle pero él niega, toma mi mano con la suya por el aire y besa el torso de esta de nuevo haciendo que mis mejillas vuelvan a tornarse rojas pero no puedo desviar la mirada o cubrirme el rostro porque mis manos están ocupadas.

— Encárgate solo de lucir bonita como siempre, no tienes que hacer nada más — termina de decir para llevar las maletas a la cajuela de su auto.

Le sigo por detrás a unos pocos pasos y soy capaz de dejar a Yuuji en los asientos de siempre, le he colocado el cinturón de seguridad y le he cubierto con una manta. El Niño parece estar cómodo así que me alejo de él para cerrar la puerta y subir a mi asiento de siempre, hay una manta en mi lugar y mi bolsa de mano ya está ahí también. Nanami se sube al auto y se acomoda.