──¡Papá!
Soltó un largo quejido al oír a su hijo hablándole, su voz se escuchaba tan distante mientras abría sus ojos lentamente para regularlos a la cantidad de luz que había en la habitación. Observó el cuerpo de su hijo entre sus brazos, con esos preciosos ojos observándolo enojado, aunque en cuanto le vio despertar, su carita se iluminó por completo y se acercó para dejar un suave beso sobre su mejilla.
De acuerdo, quizás no era normal que su hijo sea quien le despierte, pero un sábado en la mañana prefería dormir hasta no poder más, o hasta que su pequeño le avisará que tenía hambre.
Tilin resultó ser un niño muy inteligente, a veces ha despertado y lo encontraba simplemente admirándole dormir, sin hacer ruido, sin moverse, él solo le miraba tan cariñosamente que sentía su corazón encogerse cada vez que lo descubría.
Él le salvó la vida desde la primera vez que abrió los ojos. Como persona, no le interesó mucho perder al estúpido padre de Tilin, pues no estaba enamorado, puede decir que fue una fantasía adolescente al fin y al cabo, pero la supuesta "relación" que tenían también era algo extremadamente tóxico que al final aprendió a tolerar, nunca a apreciar. Por su mente pasó la idea de convertirse en esos tipos de omega que solo servían para tener hijos y estar en casa, incluso lo había aceptado, hasta que se enteró acerca de la apuesta y el chico rompió su lazo con él, mordiendo a otra omega. Claro, una linda, tierna y totalmente virgen.
Si bien su lado consciente no sufrió mucho, su omega se dedicaba a darle los peores momentos de su vida. Hacía que se retorciera sobre la cama por los fuertes dolores de cabeza y la depresión, los doctores dijeron que no había mucho que pudieran hacer, era bien sabido que cuando un alfa abandonaba a su compañero, este podía hasta morir debido a su abandono total a cualquier razón para mantenerse con vida. En los noticieros eso era algo que pasaba todo el tiempo, él era como un grano de arena más, así que todo dependía de su suerte y de que tanto su lado omega se haya compenetrado con su ex alfa.
Pero eso cambió el día que Tilin nació. Recuerda haberse enamorado de esa tierna mirada apenas sus ojos se abrieron. No creyó que sería posible, pero puede decir que su omega desarrolló un lado maternal aquel día, y desde entonces, no le hizo falta tener a su alfa a su lado para ser feliz, siendo que su lado protector les llevó a seguir viviendo. No podía abandonar a Tilin. Sus padres le dieron la espalda cuando se enteraron que fue tan fácil de dejarse marcar por un idiota, eso le llevó a ser la deshonra de la familia. Si le hubiera dejado morir, su hijo estaría completamente solo en ese momento.
Salió adelante, consiguió un trabajo como fotógrafo de una de las revistas más conocidas de la Isla, anteriormente había llevado un curso gratuito de fotografía, y si había una sola cosa que podía agradecerles a sus padres, es la cámara profesional que le compraron. Lo demás era historia, pudo pagarse la Universidad debido a una media beca que ganó porque la revista tuvo un convenio con su escuela secundaria, después solo era cosa de sacar notas altas y mantenerlas. Su sueldo se iba básicamente en su hijo, la casa y comida, no es que fuera pobre, pero tampoco era una persona que malgastaba el dinero, si tenía algo ahorrado, amaba comprarle cosas a su pequeño con tal de hacerlo feliz.
──¿Quieres leche chocolatada o jugo de manzana? Hoy tenemos ambos, así que eres libre de elegir, jovencito. ─cuestionó rozando su nariz con la más pequeña y sus dedos pasaron a la pequeña pancita, dejando que se deslizaran por la piel, sacándole unas cuantas carcajadas. Amaba esas risas, podía sentir como se conectaba con su omega y ambos estaban de acuerdo en que era el sonido más hermoso que existía.
──Jugo. ─respondió después de que su respiración se tranquilizó. Sería un buen día, lo iban a pasar en casa, seguro le volvería a poner la película del Rey león, vaya que Tilin era un gran fan de todo lo relacionado con Disney.
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© The Perfect Omega | Spiderduck
FanfictionCuando eres la perfecta definición del omega imperfecto, pierdes todo pensamiento positivo de algún día encontrar a el amor de tu vida. Quackity tiene veinte años, un hijo de tres y un lazo roto debido a su ingenuidad. ¿Qué alfa querría encargarse d...