Cuando eres la perfecta definición del omega imperfecto, pierdes todo pensamiento positivo de algún día encontrar a el amor de tu vida. Quackity tiene veinte años, un hijo de tres y un lazo roto debido a su ingenuidad. ¿Qué alfa querría encargarse d...
No escuchó nada de lo que Roier le dijo a su abuelo, pues salió de nuevo para responder la llamada y a los pocos minutos volvió a la habitación, mirándole a los ojos con un gesto tan mortificado que quiso besar, deseando con eso cambiar su expresión.
Le pidió que se arreglara y miró su propia ropa, no se veía mal, quizás estaba algo informal pero muchas veces se había vestido así en la Universidad. Entonces alzó la mirada otra vez y el castaño sonrió, acercándose a él para colocar las manos sobre sus hombros y acariciar en esa zona, besando su frente y soltando un largo suspiro antes de hablar.
──Escucha, Quackity ─sus manos subieron hasta tomarle las mejillas y acercó sus labios a los suyos, mirándolo fijamente a los ojos──. No está en mis planes obligarte a hacer absolutamente nada, tú y yo estamos en contra del alfa superior y todo eso, ¿Cierto? ─Quackity asintió como respuesta──. Muy bien, pues sucede, pasa y acontece que mi abuelo quiere verme ahora. Ya están aquí y la verdad me gustaría ir contigo...
Escuchó atentamente cada una de sus palabras, no le sorprendía pero tampoco le fascinaba la idea de conocerlo a él y a su padre en dicho momento, sobre todo cuando Spreen había reaccionado de esa forma, dejando en claro también que el señor no pensaba verlo con buenos ojos. Mordió su propio labio inferior y tiró de él antes de suspirar.
──Claro, vamos. ─afirmó, aclarando su garganta cuando notó lo aguda que había salido su voz, cargada de inseguridad.
──No tienes que ir si no lo deseas, mi amor.
──No es eso ─negó ligeramente con la cabeza──. Dijiste que si no voy a verlo contigo, estando solo será peor ¿No? ─el chico asintió──. De acuerdo, es ahora o nunca.
──Te juro que te voy a proteger con mi vida, patito.
Sonrió ampliamente cuando los brazos de Roier rodearon su cintura antes de pegarlo a su cuerpo y abrazarlo, él hizo lo mismo, soltando un largo suspiro cargado de angustia. No podía mentir, realmente temía que ese hombre no aprobara su relación y todo saliera mal, no sabía si podría con tal rechazo, no cuando realmente empezaba a verle el lado bueno a las cosas.
──¿A qué te referías con que me arregle? ─susurró, acariciando con lentitud su espalda.
──Tienes el cabello tan despeinado que indica un "Casi devorado por mi alfa" por todos lados.
Bufó divertido, disfrutando de la calidez que se asentaba en sus mejillas cuando enterró la cabeza en su cuello, llenándose de su aroma.
──Deberíamos hacer algo para cambiar ese "Casi", ¿No?
──Quackity, después de hablar con mi familia, yo mismo me encargaré de eliminar ese "Casi".
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Ambos subieron al auto después de que se peinara y su cabello se viera medianamente decente bajo el gorro que tenía. Roier casi no habló durante todo el camino, podía distinguirse en el aire ese ligero olor a preocupación con el que llenaba su carro, pero no dijo nada, solo se mantuvieron tomados de la mano y continuaron en silencio, estando ahí el uno para el otro.
