Capitulo 17

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──¿Qué tiene? ¡Dime que tiene Roier! ─Missa se acercó a la cama cuando se retorció a causa de un fuerte tirón en su parte baja. Él lo volvió a recostar, ni siquiera notó en que momento se había sentado, pero sí, definitivamente necesitaba calmarse aunque en esas circunstancias estaba en pánico, aterrado y casi llorando de la angustia. Más con la eterna espera en lo que aguardaba que Spreen continuara hablando.

──Entonces, ¿sí lo conocés? ─oh dioses, debía estar jugando.

──Sí... Somos... Bueno, uh, amigos, creo.

──Es bueno saberlo, después de esto le explicaré a piñas a Roier que ser mejores amigos significa que me cuente sobre sus ligues.

──Amigo. ─suspiró, llevando su mano hasta sus ojos. Estaba metiendo en problemas a Roier, si no quería contarle a Spreen de su existencia, él no tenía razón para hacerlo──. Y no lo golpees. ─jadeó, mandándole una mirada al confundido de su hermano.

──Wow, controlador, no sabía que Roier tenía amigos de ese tipo, aparte de mí. ─quería gruñirle a ese tonto, estaba evadiendo el tema tratando de sacar más información suya, no hacía falta pensar mucho para darse cuenta.

──No soy controlador, y solo somos amigos, ¿puedes decirme ya que le ocurre, por favor? ─habló con el único pedazo de paciencia que le quedaba. De no ser porque ese sujeto tenía el celular de Roier, ya le habría cortado y llamado él mismo para asegurarse de que estaba bien. ¿Qué tal si Spreen solo le estaba haciendo una broma?

──Vale, vale, solo te estaba boludeando. ─Spreen dejó de sonar tan contento cuando escucharon los gritos de una chica de fondo.

──Spreen, ¿qué está pasando?

──Mierda... Otra más. ─iba a matarlo, en serio, iba a golpearle las bolas del mismo modo que golpeó al sujeto que se metió con Tilin por ser tan tonto. ¿Por qué tenía que hacerle esperar tanto? ¿Quién demonios era esa chica? ¿Dónde estaba Roier?

──¿Spreen...?

──¡Ah, es verdad! ¡Quackity, seguís aquí!

──¿Me puedes decir de una maldita vez qué está pasando?

──Vale ─Spreen rió, ¡Se rió! Definitivamente iba a matarlo──. Roier está en celo.

──¿Qué? ─se quedó helado por unos segundos, minutos, no sabía. Roier nunca le había mencionado que su celo estaba cerca, o quizás es que nunca habían hablado de celos respectivamente, pero, ¿Por qué habían mujeres ahí? ¿Es que acaso él estaba...?

──Eso. Entró en celo desde que despertó hoy, al comienzo estaba tranquilo, hasta que le llevamos unas omegas y como que enloqueció...

──Espera, ¿le llevan omegas? ¿chicas? ─por un segundo pudo olvidar la molestia en su cuerpo para enojarse con Spreen por hacer eso, incluso con Roier por ceder ante ello. Sabía que habían mujeres encargadas para esas cosas, pero si tuvo la charla con Roier sobre el odio que sentía acerca de que los omegas sean vistos como objetos, ¿Se trataba eso de una doble moral o qué mierda? Roier por su propia cuenta podía conseguir a la persona que quisiese, a él también, de hecho. ¿Qué necesidad de llevarle mujeres para que lo tranquilicen durante el celo? él no le pagaba a ningún alfa o beta para que le ayudara con eso, sería desagradable.

──Sí, la familia de Roier está impaciente porque el boludo tenga a alguien, así que aprovechamos cuando está en celo y no se encuentra en todos sus sentidos racionales. Le llevamos mujeres para ver si alguna logra cautivar sus dos partes, ya sabes, alfa-Roier y Roier-Roier. ─bueno, eso cambiaba un poco el panorama, aunque el tono irónico con el que Spreen le hablaba no se sentía bien, sobre todo cuando en pocas palabras, se aprovechaban de la inestabilidad de Roier para meterle chicas a la cama

© The Perfect Omega | Spiderduck Donde viven las historias. Descúbrelo ahora