|Capítulo 09: nunca más|

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—Creo que ya te reconozco.

Hunter dejó de hablar con el hermano de Scarlett, para mirar a Clara, que no había encontrado a Nick y ahora estaba con ellos. Elevó una ceja, notando como lo analizaba, y negó con la cabeza, haciendo una mueca extraña.

—¿Me reconoces?

—Sí. Ya te he visto antes.

—Te brindé el taxi cuando...

—No. Esa vez no te presté atención. —negó. —Fue otra, más reciente... —intentó acordarse, mientras ambos chicos se miraban entre ellos, extrañados. —¡Oh! Sí, ya sé quién eres. —finalmente exclamó, haciendo que ambos la miraran, expectantes, sobre todo Hunter. —Te encontré en el ascensor del hospital cuando estabas teniendo un ata...

—¡OH! ¡SÍ, YA RECUERDO! —rápidamente, y sin pensar, se acercó a ella y le tapó la boca con su mano izquierda, ya que era el único brazo que podía mover ágilmente porque el otro seguía vendado. Clara frunció el ceño, mirándolo, y Hunter le pasó (con cuidado) el otro brazo por los hombros, alejándola de Blaine, mientras que se reía nerviosamente. —Eh... Nosotros ya volvemos, Blaine.

—¿Qué ocurre? —preguntó este.

—¡Nada! Enseguida estamos de vuelta. —le anunció, con una sonrisa fingida, y se dio vuelta a gran velocidad para comenzar a caminar junto a Clara hacia el sector más alejado del salón.

—Uhm... Mmm... —escuchó sus balbuceos, y sólo ahí quitó la mano de su boca. Clara se lamió los labios, y luego hizo una mueca. —¿Qué se supone que haces?

—Te llevo a hablar en privado. —comentó, mientras se fijaba en que nadie les estuviera prestando atención. Clara se dio cuenta de que parecía... Asustado.

—¿Qué tienes?

—Nada.

—Acabaste de callarme frente a Blaine como si...

—Es que no quería que abras la boca de más. —dijo, finalmente llegando a una esquina, entre dos muebles.

Clara se cruzó de brazos, confundida.

—Pero sólo iba a decir cómo fue que te conocí.

—Mira, yo no me acordaba de tu rostro cuando me pasó lo que pasó. —comenzó diciendo, moviendo las manos. —Es... Complicado.

—Habías tenido un ataque de pánico, es algo que le puede pasar a cualquiera.

—Sí, es verdad. Pero yo... Tengo un problema con esos ataques. Los tengo a menudo. —confesó, susurrando, con el miedo de que alguien los estuviera espiando. —Y nadie sabe que me ocurre eso, ni tampoco pueden enterarse.

Clara suspiró, quitando las manos de encima de su pecho, para colocarlas en los hombros de Hunter, que se encontraban tensos. Él la miró, incrédulo por lo que había terminado de decir.

Ella era una desconocida.

Era la hija del tipo al que le había robado dinero.

¿Por qué demonios le había contado uno de sus secretos?

Recuerda que fue ella quien te llevó con los médicos, dijo su conciencia. Sin embatgo, él siguió igual de tenso, arrepentido y asustado.

—¿Y por qué me lo cuentas a mí?

—No... No sé. —tartamudeó. —Tú me encontraste en el ascensor, y no quiero que los demás se enteren.

—Si tienes ataques de pánico frecuentes debes ver a un doctor. Es un trastorno. Necesitas tratamiento, ir a terapia.

Hunter abrió la boca para hablar, pero luego frunció el ceño.

LAS HUELLAS DE LOS RECUERDOS [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora