|Capítulo 26: disparos|

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El sonido de un cartucho de balas siendo cargado resonó por todo el establo, haciendo que cuatro de los jóvenes de allí adentro miraran a Jeremy, quien estaba preparando un arma y la examinaba con sus ojos azules, probando su puntería, sacudiéndola, y moviéndola de abajo hacia arriba.

—Perfecto. —terminó diciendo, dejando la ACR HB parada en el suelo, apoyada contra un auto. Juntó las palmas, y observó a Louis, que ya tenía su propia pistola en el cinturón. —Ya sabes lo que hay que hacer.

—¿Qué haremos? —preguntó Clara, sintiéndose envalentonada.

—Tú nada. —dijeron tres de los jóvenes. Louis bufó, y la rubia puso cara de ofendida.

Miró a Jeremy, enojada.

—¡Dijiste que yo podía participar!

—Ya bastante participaste con venir a aquí.

—¡Me refería a actuar! ¡No a quedarme parada sin hacer nada!

—Mira, hice que tu noviecito quedara sano y salvo; ya te hice caso. Ahora es tiempo de que tú me obedezcas a mí. —se defendió, mirando con repulsión a Diego.

Éste elevó una ceja, fanfarrón.

Era obvio que Jeremy estaba celoso de él.

—Te obedecí desde que me fuiste a buscar a mi casa y me pediste el maldito dinero de mi familia. ¿Y para qué?

—Para rentar un apartamento, comprar un auto, armas, comida, y las cosas necesarias para sobrevivir y vengarnos de Andrew. —respondió, asegurándole que en ningún momento había gastado dinero en vano.

—Exacto, VENGARNOS, no vengarte.

—Tú no tienes niniguna razón para hacerlo.

—¡Mató a mi familia en ése maldito accidente! ¡Tú mismo me lo dijiste!

Jeremy y Louis se miraron, escondiendo algo que no les agradaba, pero que era la verdad.

O'Ryan suspiró, olvidándolo. No iba a decirle que los que habían causado su accidente habían sido Paul, Jackson, y el chico a su lado. Era mejor que siguiera con la idea de que el malo aquí era Andrew, porque esa era la realidad. Los chicos más jóvenes que trabajaban para él estaban obligados a hacerle caso, y fue por eso que aquellos tres quedaron implicados en el accidente.

Diego y Hunter seguro que tampoco sabían que el auto que había atropellado a su tío había sido el de los Duncan, y no otro que había huido; pero era mejor que siguieran pensando esto último.

Ya de por sí, todo era demasiado como para añadirle más drama.

—No me interesa. No te pondrás en peligro por una estupidez, Clara.

—¡Tengo derecho a participar!

—¡Así como también tienes derecho a quedarte con vida, maldita sea! —exclamó, hartándose un poco.

—Hey, no le grites así.

Jeremy se pasó las manos por la cara, al escuchar la voz de Diego.

—Tú cállate, Corfield.

—Es una chica, ¿que no te enseñaron que...?

—Pues, esta chica fue mi novia durante un tiempo. Me conoce, y sabe que le grito porque la estoy cuidando. Así que cállate. —enervó.

Diego quedó con esa noticia haciendo eco en su cerebro, quedándose sin palabras, y no por orden de Jeremy. Frunció el ceño, y apretó los labios.

¿Ése idiota había sido novio de Clara?

LAS HUELLAS DE LOS RECUERDOS [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora