¿Y si estaba muerto?
¿Y si su hermano Diego no lo había ido a visitar a su cuarto, luego de que él se fuera de la casa casi como si el mismísimo diablo lo estuviera persiguiendo?¿Y si lo denunciaban a él por creerlo culpable y lo echaban de su trabajo?
—Nick, de verdad. Estamos pasando un momento fantástico, con una compañía fantástica, en un lugar fantástico, y tú estás... Así. —escuchó la voz de Vanesa, por sobre la música de la discoteca.
Taylor se obligó a mirarla. La joven llevaba un vestido verde manzana que se ajustaba a su figura, y lo miraba con irritación, mientras sostenía un vaso de ron en su mano.
—¿Te ocurre algo? —preguntó Jack, frente a ellos. La luces multicolores se reflejaban en su rostro, y la música era tan fuerte que les estaba taladrando los oídos, pero nadie tenía algo que decir contra eso.
Habían llegado a la discoteca hacía casi una hora, esperando a que aparecieran Melinda y Clara, que supuestamente estaban tratando de convencer a Paul para que los acompañara. Nick sabía de sobra que Scott iba a negarse, ya lo había hecho con Jack cuando este le dijo que saldrían esa noche, y lo comprendía totalmente; su ex-novia había muerto hacía apenas poco más de una semana, era obvio que no estaba para fiestas. Ninguno de ellos lo estaba, la verdad, pero hacía mucho que no salían todos juntos, por lo que decidieron olvidarse un poco de sus complicaciones diarias para disfrutar de esa noche, aprovechando que nadie tenía que trabajar o estudiar.
A él se le estaba haciendo bastante difícil el hecho de olvidar que se había manoseado con Hunter y lo había dejado tirado en el suelo de su habitación, desmayado y con el torso desnudo.
Era obvio que tendría que haberlo ayudado, a Hunter le estaba pasando algo, sino, no hubiese estado así de débil, ni hubiera comenzado a besarlo.
Un escalofrío le recorrió el cuerpo cuando comenzó a acordarse de nuevo todo lo que había pasado esa mañana.
Eran tan... Irreal.
—¡Tierra llamando a Nickolas! —exclamó Jack, chasqueando los dedos frente a su cara. Sólo ahí, Nick parpadeó, sacudió la cabeza, y miró hacia su vaso que contenía una bebida rara que nunca antes había probado. —Viejo, de verdad, estás más ausente que de costumbre.
—El bombón tiene razón. —dijo Vanesa, refiriéndose a Eyre, ya que era la primera vez que lo veía y ni siquiera sabía su nombre. Los tres habían llegado en el auto de Nick, luego de que este pasara a buscarlos a sus casas. —¿Qué ocurre?
—Eh... —balbuceó, buscando alguna excusa que desviara el rumbo de sus verdaderos pensamientos. —Nada, es que Melinda me dijo que llegaría a las doce y media, y ya son pasadas las una. —inventó.
—Dijo que iría a la casa de su novio. —comentó Vanesa, todavía sin creerle del todo.
Luego hablaría con él.
—¿Mel tiene novio? —preguntaron los dos chicos al mismo tiempo.
—Se ve con alguien, desde antes de Navidad, creo. No sé si son algo. —se encogió de hombros, dando un sorbo a su ron, y posando la mirada en la lejanía. —Mientras tanto, creo que iré a saborear la boca de aquel chico que está por allá. —señaló a un punto indefinido, y, antes de que Nick pudiera prohibírselo, desapareció entre la multitud.
—Es... Ardiente.
—Jack, es mi amiga. —dijo Nick, asqueado por los pensamientos del moreno.
—¿Cuántos años tiene?
—Cumplirá veintitrés en tres meses.
—No es tan vieja para mí.
—Ni lo pienses, Jack.
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LAS HUELLAS DE LOS RECUERDOS [✔️]
Roman pour AdolescentsUna tragedia fue lo que causó que el pasado volviera a la vida de los hermanos Corfield y las hermanas Duncan. Tres muertos, una persona en coma, y la desesperación por encontrar dinero, hacen que una unión comience a formarse entre ellos, sin saber...