Te Hice Para Mí

28

—Si quieres, ve a correr. Ama. Juega. Mata. Llora. Ríe. Ten novio o novia.  Lo que tú quieras, cariño. Haz lo que quieras.
—¿Tú?
—Yo, te cuido, te ayudo, te apoyo, te quiero y lo más importante; te seguiré amando. Siempre, una y mil veces, Mimi.

MICHAEL

Los días pasaron rápido y las semanas llegarón, saludaron y se marcharon.

Llegamos a un mes y Alice había comenzando a presumir que soy su novio en las redes. Por lo que me gustaba ver los estados de Xank y telegram.

   —No sabía que yo era tu novio   —le dije la primera vez que hablamos de eso.

   —Bien que lo sabías.

   —Tengo prueba suficiente para denunciarte por tomar mi identidad para...

   —También tengo prueba que demuestran que sos mi novio.

   —¡Yo soy la testigo!  —avisó Lucía, después de tragar el bocado de helado que se metió a la boca.

   —Una de tantos  —aseguró Alice, soltando una risita.

   —De qué te quejas, si antes querías ser su novio y ahora que ya te puso la etiqueta...

   —No me estoy quejando...

   —¡Joder! ¡Michael interrumpiendo! Mañana será el fin del mundo   —Lucía se puso de pie—.  Me acabas de interrumpir, cosas que solo hacen los humanos común y corriente...

   —Lucy   —La interrumpió Alice.

   —¡No puede ser! Tú también me acabas de ...¿En que línea de tiempo me he despertado?   —Nos observó alternando la mirada—.  ¿Quiénes son ustedes y qué hicieron con mis amigos?

   —¡¡Lucía!!   —exclamamos Alice y yo al mismo tiempo.

   —Okay Okay, me callo   —dijo—.  Aburridos  —farfulló.

No sabíamos si retomar el tema de la conversación o iniciar una nueva.

   —Pero  —inició Alice—.  Si no quieres ser mi novio, puedo poner la etiqueta a otro, total es solo etiqueta.

La creía capaz y candidato no faltaba.

O candidata.

   —No dije que no quería, me gus...

   —Por favor, no se hagan. Lo que sienten ustedes es palpable. Se aman. Ustedes son mis papis, se divorciaron. Tu me pusiste un padrastro y después casi una madrastra   —dijo indicando a Alice—.  Aún así, están aquí de nuevo. Y terminarán juntos, todos lo sabemos. Se aman y punto.  —Me indicó a mí—.  Eres su novio, su amigo, su cómplice, su amante, su hombre, su lugar seguro, la persona con quirn es real; sin tener que fingir. Alice  —dijo, dejando de indicarme—.  Alice es tu niña, la niña de tus ojos, tu felicidad entera, el amor de tu vida, tu amor, la mujer que amas, ¡tu novia! Todo el mundo lo sabe y se dan cuenta. Pero a ustedes le gusta rodear por el filo, buscando tiritas sueltas.

No recuerdo si a lo largo de este libro he dejado claro que Lucía habla tanto, pues sí, habla demasiado.

Y también interrumpe bastante.

Pero si te pones a pensar, te das cuenta que cuándo se habla sin pensar tanto y rapido, se dice la verdad sin maquillar o no se te da tiempo para mentir.

Cuándo Lucía terminó de hablar, no tuve tiempo ni espacio para verificar la reacción de Alice.

Porque yo estaba atónito con lo que nuestra amiga había dicho, me pregunté si eso era verdad (obvio lo era) pero oírlo decir, era cómo si tu inconsciente te estuviera gritando la magnitud de dicha verdad...