Deducciones y confusiones.
Presentimientos y engaños.ALICE
El vacío en mi interior y el frío siempre estaban ahí. Creía que eso sería así. Habíamos prometido no buscarnos y dejar que la vida nos una. Sin embargo, él salió huyendo. No sabía si lo hizo por mí o por él o por nosotros.
No quería extrañarlo, no quería echar de menos el calor de su cuerpo, pero no sabía cómo no hacerlo. No sabía cómo evitar no pensar en él.
No estará, está bien pero no pude sentirlo así. Me sentía enferma. Enferma dentro, en el alma. El frío de siempre, me brillaba en el pecho. Sabía que su abrazo era lo único que me sanaría.
Había huido. Él había escapado de este dolor. Quedamos en que dejaríamos que la casualidad nos encontrase. No obstante, no esperó eso. Terminó huyendo de este lugar. Supongo que eso le hizo bien. Supongo que estará sanando o quiza ya lo hizo.
Mientras yo me quedé estancada en este sitió. Con todos los recuerdos. Con el aroma de su cuerpo y el vacío de sus ojos. Tantas veces solo quise ver sus ojos, solo verlo. Me era necesario cualquier pizca de sí, para poder dormir. Pataleé y lloré sabiendo que eso no sería posible. Muchas veces corrí a su casa y me quedé en la puerta esperando que llegase alguién, algo o lo que sea, quería un poco de él. Nunca tuve algo.
Me fui acostumbrando a no verlo y a asimilar que no iba a estar.
Michael había desaparecido al igual que Marcos. No quedó más que recuerdos y tanto dolor.
—¿Es por aquí? —Di un respingo al oír la voz de Lucía—. ¡Alice!
—¡Sí! Es el camino —grité para hacerme oír por encima de la vespa.
Lucía dobló hacia la derecha y se adentró en la angosta calle.
Estuve divagando mentalmente encima de la vespa. No me había dado cuenta. Al parecer ella sí.
—¡Lucía! —llamé en voz alta para hacerme escuchar. Apoyé la quijada en su hombro.
—¿Mmm?
—¿Viste el grafiti nuevo? —le pregunté, recordando un nuevo grafiti que pintaron en el puente. Uno que hablaba del mejor dulce, las drogas.
Frenó con calma. Bajé de la moto con rapidez. Se quitó el casco y me miró, su mirada no podía reflejar más que diversión y amabilidad.
Lucía era así. Me recordaba un poco a Leigh. Nada parecía molestarla y accedía con diversión a cualquier broma u ofensa.
—Lo vi ayer. Mientras fumaba un bot.
—señaló con las palabras.Mi sonrisa se asomó apenas, logré contenerme a tiempo. Lucía me escaneó y después disparó la mirada hacia el jardín de la casa.
—A veces, realmente me pregunto por qué te sigo manteniendo a mi lado. —Comencé a caminar en dirección a casa de Marcos.
—¿Amistad? —propusó—. ¿Te parece que si no me querías un poquito, me mantendrías a tu lado?
—Nadie lo asegura. —Curvé los labios hacia abajo.
—Tampoco lo niegan —soltó con solemnidad.
No respondí y seguí caminando. Hace un mes encontré una nota frente a casa de Marcos. Pensé que era una broma de alguién que me veía venir aquí, muy seguido. Lo extraño era que antes yo había estado en el mismo lugar y no ví nada, después de ayudar un momento a Reyna con los claveles, pude detectar la nota.
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Te Hice Para Mí
Novela JuvenilEste sí es un libro totalmente egoísta. Incluso en la manera de ser narrado. No hay buen contexto, solo de manera egoísta. Porque todo gira alrededor de Alice y Michael. La historia es de Alice y Michael. Quién importa es Alice y Michael. Dentro d...