Michael, hazle caso a tu intuición
¡por favor!
MICHAEL
El avión aterrizó y lo primero que pensé al poner un pie en tierra fue ¿Dónde estará?
Nadie esperaba a darme la bienvenida. La poca ilusión que tuve de ver a Said o Mamá, murieron con un pequeño dolor.
Observé a toda la gente que esperaba a algún familiar o a un ser querido. De pronto en aquel vistazo rápido que lancé, percibí su rostro. Regresé rapido la mirada, no estaba.
Sacudí la cabeza y dí un ligero suspiro. Ella no estaría aquí, ni siquiera sabría que acababa de llegar.
Supuse que me había olvidado. Supuse que al igual que yo, estaba curada. Un año y tres meses en España, fue útil para mí. Despejé la mente y fue un gran alivio.
La seguía queriendo, esperaba que Alice también.
El Uber pasó por debajo del puente, alcé la mirada, no pude evitar una sonrisa al ver que mi escrito aún permanecía. Estás hecha para mí.
Pero la sonrisa se borró al instante, al ver que debajo había otro escrito de color azul. El tiempo lo demostrará. mi corazón dio una voltereta. Pude deducir quién era la dueña de aquel escrito.
—Esa frase es recién hecha ¿verdad? —pregunté al conductor del Uber.
El tráfico debajo de este puente al parecer no había cambiado, llevábamos parados hace cuatro minutos.
—Cierto, al parecer alguién lo hizo hace poco. —Me dio la razón, mientras observaba con atención el resto de los escritos—. Creo que es una respuesta de la primera, dónde indica que ella está hecha para dicha persona —razonó.
—¿Crees que ella fue la que respondió? —Eché un vistazo disimulado al retrovisor.
—La primera frase esta desde hace tanto, supongo que ella recién lo vio o recién decidió dar una respuesta —sentenció, pisando suave el acelerador—. O simplemente, alguién decidió darle vida a este puente.
¿Recién decidió dar una respuesta? ¿Por qué recién? La vida nos hizo coincidir bastante. Un tiempo ella estuvo aquí, escribiendo esa frase, pensando en mí.
Mi Alice estuvo aquí, dejando ese escrito para mí. Cómo si supiera que yo lo iba a ver, cómo si supiera que estaba ahora mismo detrás de ella.
La vespa llevaba dos ocupantes, no hacía falta tener buena vista para saber que la que iba conduciendo era Alice. Dios, solo esperaba que no se mate.
El Uber iba detrás de ella. La pelinegra era nueva, no la conocía. No dudé que la vespa sea de ella. El tráfico se disolvió un poco y la vespa detectó una oportunidad, pasó por los costados de los carros casi rozando las portezuelas. Avanzó y se perdió entre la multitud de los vehículos.
Y sí, así de extraño y juguetón era la vida. El destino o/y las circunstancias, hicieron que la vea el primer día que llegué y lo lindo: debajo del mismo puente dónde quedó nuestras huellas de algun pasado con esperanza.
***
Eché la cabeza hacia atrás y cerré los ojos. La nostalgia llegó a mis pulmones y salían con cada vaho de aliento para instalarse en alguna parte de la habitación.
Pasó una semana y apenas podía soportar estar en casa sin ella.
Salí de la habitación. La puerta de la habitación dónde ella solía quedarse estaba cerrada. Un ligero hincón en el pecho me sorprendió.
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Te Hice Para Mí
Fiksi RemajaEste sí es un libro totalmente egoísta. Incluso en la manera de ser narrado. No hay buen contexto, solo de manera egoísta. Porque todo gira alrededor de Alice y Michael. La historia es de Alice y Michael. Quién importa es Alice y Michael. Dentro d...