Recordé tanto y lo re viví tanto.
La luz de la luna traspasa las flores, en el caos del mundo somos prisioneros. Te amo en el camino del destino...Te amo, Mimi
MICHAEL
Estaba paseando por la acera, en la absoluta oscuridad. Ella me pidió que la deje sola en su habitación. Esperaba que Leigh viera el mensaje que le mandé y pueda ir a hacerle compañía.
Amar nunca fue problema para mí, al menos no lo veía así. Hasta que la persona que amas es ella. Alice. Una Celim.
No sabía si eso estaba bien o mal. Simplemente sabía que, le era difícil aceptar cualquier tipo de sentimiento por su naturaleza.¿Cómo puedo no enamorarme de la persona que mis ojos reconocierón? ¿cómo puedo ver cómo mi pertenencia lo que un día fue totalmente ajeno para mí?
Sigue siendo prohibido para ti.
Te equívocas. Ella es totalmente mía. Siempre lo fue. Nunca dejó de ser mía.
Solté una carcajada con rasgos de dolor. Fue él quién me pidió que tomara su mano, ¿es lo que estuve haciendo, no?
Me pidió que cuidara de ella, dijo que no podía dejarla sola, entonces, no tengo porque sentirme mal, mucho menos cuándo la quiero de una manera que él no iba a llegar hacerlo.Mis pasos cada segundo pesaban más. Siempre me fue facil decir te quiero y poseer a cualquier chica. En cambio, esto era diferente.
La presión que sentía en el pecho cada vez que la veía sonreír. Y más, sabiendo que yo era la razón de aquel acto. Su mirada conectada con la mía y entonces me trasladaba a la habitación de su locura.
Cada vez que sentía su tacto en cualquier parte de mi cuerpo, mi piel se erizaba. Su voz, su risa, su cabello, sus ojos, sus labios, su cuerpo, su esencia, su calor, su manera de ver la vida, su dolor, y absolutamente todo lo que era ella, afectaba mi estabilidad. Me atraía irrefrenablemente. Sabía que la persona de tus ojos podía hacerte sentir así, pero ella no era simplemente la persona de mis ojos, ni la jodida Alice, mucho menos una Celim. Ella era la mujer que yo quería, la chica que amaba, la que hacía que yo baje la mirada, la que se había atrevido a tomar mis sentimientos y descartarlos, la que me dejó sin pestañear, la que me hizo llorar sin ningún esfuerzo. Cómo no sentirla así, cómo no amarla de esta manera. Sí ella era todo eso. Era mi titiritero y yo el títere.
Ahora mismo sabía lo que ella pensaba y sentía. El miedo a sus sentimientos estaban en su sistema. Yo igual. A pesar de tener experiencia, ella era una cosa extraña y profunda. Única.
Aún así, no íbamos a poder evitar. La seguiría viendo, la seguiría queriendo; cada día más, la seguiría mirando cómo solo con ella sé hacerlo. Ella seguiría luchando contra lo que supuestamente se podía ganar.
Yo seguiré fingiendo que no sé siquiera algo. Aunque, la verdad es que sabía todo. Supe lo que quería hacer hace unas horas aquí mismo, y si lo hubiese intentado, por supuesto que le hubiese permitido. Pero tampoco iba a quedarme quieto, no hubiese podido resistir las ganas de besarla, quererla, hacerla sentir bien, la haría traspasar la barrera de ser una Celim. Le haría romper su naturaleza para tenerla. No obstante, con ella debo tener cuidado. Dejó entender más de una vez que podía lastimarme. Que lo iba hacer. Quizá, lo haría...
Sacudí la cabeza con fuerza. Me iba a volver loco si seguía pensando en esto. Mañana será otro día, era domingo, supongo que no saldrá de casa.
Saqué el móvil, mientras caminaba hacia el lugar dónde dejé la vespa. Al ver que ni siquiera aparecía la primera calle, me di cuenta que caminé bastante mientras pensaba.
ESTÁS LEYENDO
Te Hice Para Mí
Fiksi RemajaEste sí es un libro totalmente egoísta. Incluso en la manera de ser narrado. No hay buen contexto, solo de manera egoísta. Porque todo gira alrededor de Alice y Michael. La historia es de Alice y Michael. Quién importa es Alice y Michael. Dentro d...