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No sé cómo escribir el final de la historia.

  ALICE

La capa de cristal le cubría el cuerpo entero y un especie de cono, la cabeza.

Las cromosomas y neuronas se visualizaban en la pantalla. El cuerpo sufrió un espasmo y la parte pre frontal del cerebro se apagó.

   —Agreguen una dosis de RG   —ordené.

Después de eso, las imágenes de la pantalla cambiaron. Dos pantallas más se encendieron dejando pasar imágenes.

   —Las tres medidas fisiológicas están por debajo de la base   —concluyó Gema.

   —Parece como si se hubiese preparado  —analicé—.  Su cerebro ha respondido repentinamente inyectando nitrógeno líquido en sus venas; de repente, ha puesto en marcha un aniquilamiento neural de toda emoción descontrolada; de repente, se ha encerrado en un hipnótico y profundo modo de concentración implacable.

   —En el código de nueva generación.

Después de un momento medio, salimos del lugar. Pasamos por la tercera planta, dónde estaba Mia.

    —Debo quedarme, las últimas actualizaciones aún no han sido vistas por mí    —avisó mi madre.

   —Yo estoy agotada. Me iré con Mia a ver a Leigh.

   —Pensé que este fin de semana lo ibas a pasar conmigo.

    —Le prometí a Mia que la llevaría a conocer la casa  de Emmett.

La semana anterior pasé con mi madre. Quizá no haya crecido con ella, pero estaba empezando a quererla, quererla cómo a una madre.

Leigh será mi mamá, pero Gema es mi madre. Y no puedo evitar quererla, admirarla y ser como ella.

Quiero a Leigh, me enseñó y cuido cómo una hija.

   —La siguiente planta será de resonancia  —Dijo a modo de despedida.

Asentí en acuerdo y ella hizo lo mismo. Las veces que tuvimos contacto físico, son contadas.

A la salida recogí mi móvil y le envié un mensaje a Evan. Cuándo hablé con él, la última vez, estuvo sensible.

Esperé la respuesta que no llegó antes que Mia. Quién emocionada no paró de hablar hasta llegar a su casa de, dónde sacó algunas cosas.

***

La casa de Leigh había cambiado. Incluso me costó creer que había una pequeña casa en frente, cosa que Emmett odiaba tener, pero que al parecer Leigh amaba.

Mia recorrió por todas partes, y se asombró muchísimo al ver un pequeño bosque, al igual que había en casa de Gema.

Recorrió con Leigh arriba y abajo de casa, revisando cada rincón que sería para el nuevo miembro de la familia.

Sí, sería un nene el bebé de Leigh. En verdad, yo era la más emocionada con todo esto, pero no me atrevía a mostrarlo, tal cómo lo hacía Mia.

   —Evan vendrá a cenar y también Michael.

Me avisó Emmett, mientras intentaba pegar una sinfonía perfecta a la acapela de una nueva artista.

La música era la pasión de mi hermano. Se reveló contra Gema por dicha pasión. Emmett es el único que logró liberarse de la tradición Celim.

Te Hice Para Mí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora