Eros (+18)

43 2 0
                                    

*Aviso: Este capitulo narra contenido sexual específico*


Haymitch:

La acompaño hasta su habitación. Ella se quita la bandana y coge una toalla para secarse un poco. Me quedo ahí, en medio de la habitación, observándola, ahora nervioso. ¿Vamos ha hablar? Quizás este es el momento en el que yo debo hablar, al fin y al cabo yo la he besado. Beetee tiene razón, tengo miedo. Sin embargo estar con ella se siente mucho mejor que el miedo, y ella se merece que le diga lo que siento. ¿Pero que palabras debería usar? No estoy acostumbrado ha hablar de mis sentimientos, con Effie es un poco más fácil pero hablar de sentimientos que tengo hacia ella con ella... 

Ella me mira, quizás por qué llevo mucho rato en silencio y un dolor en mi estómago comienza a molestarme por la ansiedad así que decido soltarlo ya.

-Effie... quería...-empiezo un poco perdido.-bueno, creo que deberíamos hablar y que debería decirte... yo... 

-Haymitch...-dice ella andando hacia mí.

-Quería decírtelo antes, en muchos momentos diferentes pero no sabía...

Ella coge mi rostro entre sus manos y me besa. Yo me sorprendo pero la besó de vuelta. Se separa un poco apoyando su frente con la mía para después mirarme a los ojos con una sonrisa.

-Lo se.-me dice sin mas.-yo también siento lo mismo.

Me besa de nuevo y por un segundo pienso que voy a llorar. Ella lo hace fácil, siempre, sabe lo que necesito y lo hace más fácil. Aumento la presión de nuestros labios profundizando el beso. Hacia mucho tiempo que quería besarla así, ser sincero con lo que siento, podernos querer libremente por fin. Ahora que tengo todo eso, solo quiero más, más de ella.

Ella parece querer lo mismo por qué también aumenta la intensidad y camina empujándome lentamente hasta la cama. Cuando llego a la cama mis piernas se doblan y acabo tumbándome. Ella se sienta ágil encima mía y creo que voy a perder la cabeza.

Se inclina hacia mí para besarme de nuevo, es un beso apasionado y sus manos se dirigen a los botones de mi camisa. Yo la detengo nervioso.

-Effie.-digo un poco sin aliento.

Ella me mira confundida.

-Tengo un problema, bueno últimamente, con la desintoxicación a mejorado pero... el alcohol me ha causado... impotencia todos estos años.-digo por fin avergonzado. 

Si en medio de la situación perdiera la erección no quiero que piense que es por ella.

-Está bien, no pasa nada.- dice besándome de nuevo y volviendo a los botones de mi camisa. 

Cuando la desabrocha me la quito. Mis manos recorren su cuerpo impacientes también. Ella se incorpora y se desabrocha la parte de arriba del mono. Dejándolo caer a sus lados, después inclina de nuevo a besarme. Mientras tanto, se quita el mono levantando un poco su cuerpo del mío yo le quito un poco torpe el sujetador.

Su piel es suave, su cuerpo es perfecto. Siento que voy a perder la cabeza, y todavía más cuando comienza a besarme el cuello para después seguir bajando y bajando. Siento que involuntariamente aguanto la respiración cuando llega abajo. Me quita toda la ropa que me quedaba y después comienza a lamerme lentamente empezando por la punta, despacio introduciendo más y más en su boca. Siento un placer indescriptible y me aferró a las sábanas con las manos. 

Definitivamente sabe lo que está haciendo, juega conmigo, me chupa despacio y luego rápido, mueve su lengua alrededor de mi pene. Yo solo pienso que jamás había sentido tanto placer. La deseo tanto y estoy tan caliente que siento que ya voy a llegar así que la detengo. No quiero que se acabe todavía. Le hago subir y ella me hace caso. Le doy la vuelta poniéndola ahora a ella boca abajo. Es mi turno.

Effie:

Haymitch me besa con ansia, con hambre, como si este momento fuera lo único que tenemos. Besa mi cuello, muerde mi clavícula, besa mis pechos y mi vientre, y cada parte de mi cuello. Intenta jugar conmigo como yo estaba asiendo con él. Recreándose en mis ingles, después en mis labios, pero yo no aguanto más, lo deseo, deseo que me coma. 

Sujeto su cabeza y lo presionó contra mi clítoris. Él lo entiende y comienza a lamerme más y mas. Bajo la vista y la visión de ver cómo me come me pone tanto que siento poco a poco como estoy más cerca de llegar. El debe notarlo en mi cuerpo por qué intensifica los movimientos y comienza a succionar mi clítoris intermitentemente. 

Ya no aguanto más, mis manos enlazadas en su pelo presionan su cabeza todavía más hacia mí  y no puedo evitar arquearme un poco. Estoy llegando, y es uno de los mejores orgasmos de mi vida, por qué es con él. Por qué es la primera vez que no es solo sexo, por qué estoy enamorada de él. Termino de llegar pero todavía quiero más. Se que puedo volver a llegar y él no ha llegado todavía. Cojo su rostro con mis manos y lo atraigo hacia mí. Él llega hasta mi boca, buscándola caprichosamente.

Haymitch:

-Entra dentro de mi.-me dice Effie mordiéndome la oreja. 

Yo lo hago, entro dentro de ella, y se siente increíble. Esta muy mojada y sus fluidos lubrican perfectamente mi pene, su cuerpo me calienta y yo solo quiero seguir, seguir moviéndome dentro de ella. Seguir mientras desesperadamente nuestras lenguas pelean y nuestros labios se buscan. 

Ella coge mi mano y se lleva mi índice a su boca lamiéndolo. 

-Tócame.-me dice después.

Yo le toco, la besó y sigo moviéndome. Sus manos recorren mi espalda, y clava un poco sus uñas en mis músculos cada vez que empujo otra vez dentro de ella. Sus ojos azules entrecerrados por el placer me miran, su pelo despeinado rubio navega por la almohada y su boca entre abierta exhala gemidos. Yo tampoco puedo evitarlo, gimo y se que estoy cerca de correrme así que detengo un poco la intensidad.

-Me voy a correr.-le digo.

-Hazlo dentro, tengo un DIU.

Yo lo miro sin entender.

-No me puedo quedar embarazada me explica. Así que sigue, no pares.-me súplica gimiendo. 

Sus palabras me vuelven loco y le hago caso, empujó más adentro y tocó más fuerte su clítoris. Gemimos, nos besamos y nos corremos a la vez. 

Finalmente colapso encima suya apoyando mi cabeza en su pecho. Su corazón late muy muy rápido y su respiración es entrecortada, al igual que la mía. Siento que me cuesta pensar, e incluso me mareo. Después de tanto tiempo deseándonos en silencio este momento de lujuria y pasión ha sido la catarsis perfecta. Quiero quedarme aquí para siempre en sus brazos. Mientras sus dulces manos recorren mi pelo haciendo que me relaje aún más. Finalmente me quedo dormido.



El antes del despuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora