El antes del después

Día libre

Haymitch :

Ayer no fue un gran día, por eso quiero que hoy sea un buen día para todos. Quizás el único día bueno. Hoy es mi quizás cita con Effie, y Katniss y Peeta tienen el día libre para disfrutarlo, pasarlo juntos y hacer lo que quieran.

Effie llega al comedor y se queda sorprendida mirándome.

-Buenos días princesa.-digo sonriendo.

-Buenos días.-dice aún sorprendida.-¿Cómo es que estás despierto?

-Por que hoy va a ser un buen día.

Ella sonríe.

Les escribimos una nota a los chicos y le decimos a un avox que se la de. Effie coge las llaves del coche y salimos. Conduce unas manzanas y llegamos a un edificio. Un gran edificio lleno de tiendas lujosas.

-Y aquí es donde suelo salir con mis amigos.- me dice.

Damos vueltas y desayunamos en una cafetería con vistas a todas las tiendas y la fuente de la plaza. Después me enseña una exposición de arte abstracto en el que los cuadros no tienen ningún puñetero sentido.

-Eso es por que el autor no quiere que tenga solo un sentido. Él lo dibujo con sus sentimientos, si. Pero quiere que cada persona tenga un sentimiento diferente al ver el cuadro. Un cuadro y miles de interpretaciones.-me explica ella fascinada. Yo la verdad... solo veo una mancha de pintura.

Luego me habla de la forma del edificio, el cual es muy desigual. A Effie le gusta la arquitectura, es su profesión paralela el resto del tiempo que no están los juegos o las labores de escolta. Pasamos la mañana en el centro de la ciudad. Ella me enseña las tiendas y sitios lujosos que frecuenta con sus amigos. Comemos en el restaurante favorito de Cinna y Effie. En una mañana urbanita por el Capitolio, en el que nos tenemos que parar varias veces para que se pruebe ropa nueva por que es "extremadamente necesario para vivir". Por supuesto más trajes extravagantes y coloridos. Aunque en ella, todo se ve perfecto, sea lo que sea, incluso hace que no sea tan horrible lo que lleva. Es lo que le gusta y le hace que ser ella, el color y la alegría. Después subimos al coche y vamos a otro sitio, paramos enfrente de un piso muy alto.

-¿Donde estamos?-pregunto mirando el piso.

-En mi casa. Necesito coger algo para el lugar al que vamos

Subimos al ático donde vive ella.

Va a la cocina y abre la nevera, mira pensativa y después la cierra.

-Voy a cambiarme, tú mientras mira en la cocina y coge algo de comida y bebida para merendar.

-¿A dónde me llevas princesa?

-Ya lo verás.-dice con una sonrisa superior.

Se va a su habitación y yo me paseo por la casa. Cada objeto de la casa dice algo de Effie. De repente quiero analizarlo todo. Hay revistas de moda de Capitol Couture, cuadros imposibles, un piano, plantas varias, muebles modernos y coloridos y luces que no son de un solo color. Hay una pantalla televisiva cúbica en medio de la sala rodeada por sofás  y debajo una mesita. A pesar del lujo no deja de ser un pequeño piso individual en el ático. Se nota la cultura y la tecnología del capitolio, pero es definitivamente mas pequeño que mi casa. Suficiente para una persona. Con un salón unido a la cocina y separado de ésta por la encimera. Un baño, un cuarto, y ya está.

La iluminación diurna está proporcionada por el enorme cristal que da a la ciudad, ocupa toda una pared del salón. Desde el ático la ciudad se ve inmensamente grande y justo en frente se ven las montañas rocosas tras las que están los distritos. Quizás sea una coincidencia o quizás esté hecho el piso para que se vean las montañas. Definitivamente se ven en todo su esplendor. Por supuesto, nadie puede ver desde este lado el otro lado.