Capítulo 19

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Sus palabras estaban llenas de miedo por la mujer que significaba tanto para él.

Todos asintieron. Su objetivo era el mismo. Lo que todos querían era atrapar a este tipo. Y lo más importante, ya no querían tener miedo de que Kim saliera lastimada. Y que Kim ya no tenga miedo.

Una vez que se decidió quién haría qué trabajo, Kim se acercó a la máquina de café para tomar un poco de café.

Al se unió a Kim frente a la máquina de café.

— ¿Estás bien? — preguntó — y no me mientas

Ella dudó sólo un momento antes de responderle. Quiero decir, Al era un buen amigo y, en realidad, debería haber sido honesta con él desde el principio. De hecho, Kim debería al menos haber confiado en él cuando había mantenido a todo el equipo y a Voight en la oscuridad todo el tiempo.

— Mira, sé que estamos haciendo todo lo posible para atrapar a este tipo, tal como se supone que debemos hacer, pero cada día que pasa no lo atrapamos... Bueno, ya sabes, durante días he estado pensando en qué es. Quiero decir, este detalle, esta cosa que sé, pero no puedo recordar. Bueno, es una pequeña cosa, y sé que es importante
— Bueno, ya te llegará
— Eso espero

Mientras Kim regresaba a su escritorio, Adam se interpuso en su camino. En realidad, quería preguntarle algo sobre sus notas. Algo sobre las notas que Kim había tomado para cada archivo. Sin embargo, mientras estaba junto a ella, algo más llamó su atención.

— Oh, ¿qué huele tan bien aquí? ¿Es ese tu nuevo perfume? — preguntó Adán.
— Sí
— Huele bien. A pastel de limón — comentó entonces.

Sorprendida, Kim dejó caer la taza de café que tenía en la mano al darse cuenta de las palabras de Adam. Cuando la copa se hizo añicos, el sonido alarmó a los demás.

Kim palideció.

Ahora sabía lo que se había perdido. Bueno, Kim sabía cuál era ese detalle. Al final resultó que, era el olor a tarta de limón.

Era su perfume.

Voight se sorprendió cuando la taza de café de Kim se rompió en el suelo y salió de su oficina para ver cómo estaba Kim. Todos los demás ya estaban alrededor de Kim. Kim estaba congelada. Estaba temblando por todas partes.

— ¿Qué pasó? — mirando de uno a otro.

Sin embargo, Voight no obtuvo respuesta al principio de nadie. Porque su equipo tampoco sabía qué le pasaba a Kim. Ya sabes, ¿qué tenía a Kim tan conmocionada? Aun así, tenía que ser algo terrible.

— Es mi perfume — y de repente Kim dijo — Todo el tiempo fue mi perfume. Ese aroma a tarta de limón
— Entonces, ¿qué pasa con eso? — Quería que Voight lo supiera.
— Creo que eso es lo que nos perdimos. Ya sabes, el detalle en el que no pensé. El detalle que todos perdimos. Olía a pastel de limón en la escena del crimen — estaba temblando Kim.

La respuesta había estado tan cerca todo el tiempo. Sin embargo, fueron las palabras de Adam las que le dieron la pista.

De pie directamente frente a Kim, Voight colocó ambas manos en la parte superior de sus brazos. Y él la miró directamente. En ese momento, se desconectó de todas las personas que los rodeaban. Eran sólo ellos dos. Ya sabes, sólo Kim y él.

— Explica. ¿Cuál es el problema con el olor? — De algún modo todo el asunto todavía no tenía sentido para él.
— Sabes, encontré algo en un archivo que leí. Cuando volví a leer todos los archivos. Bueno, había algo allí acerca de que el policía que llegó primero a la escena notó el olor a pastel de limón. Así que al principio no — no pienso nada al respecto. Pero, de nuevo, el olor a pastel de limón era un poco extraño en ese lugar. Ah, sí, en otro archivo, leí en el informe de la autopsia que el cadáver tenía un olor dulce. A-y mi El perfume huele a pastel de limón. Dulce
— Entonces, ¿crees que eso es todo? — preguntó.

Bueno, necesitaban estar seguros antes de seguir esa pista. En este caso, el tiempo jugaba en su contra. No había lugar para errores por parte del equipo. Las vidas de las mujeres de Chicago dependían de ello. La vida de Kim dependía de ello.

— Sí, lo hace. En realidad, creo que eso me conecta con dos de las víctimas. Todo este tiempo he estado pensando, ¿qué es lo que me estoy perdiendo? Ya sabes, ese detalle

Entonces, sí, creo que Pero sé lo que es. Bueno, ahora lo sé. Estoy seguro de que es el perfume. Que es el aroma de la tarta de limón

Ahora Voight vaciló sólo por un momento. Confiaba en Kim y sus instintos.

— Entrevistemos a los familiares de las víctimas. Asegurémonos de averiguar si todos usaron el mismo perfume y dónde lo compraron. Puede que realmente sea la pista que estamos buscando. Al menos es la única pista que tenemos — fue su explicación entonces.
— Supongo que llamaremos a las familias y averiguaremos qué perfume tienen las víctimas en sus baños — preguntó Adán.
— DKNY. Dulce y delicioso merengue de limón — dijo Kim — Ese es el perfume
— Bueno

Mientras los demás empezaban a llamar a los familiares, Kim entró al vestuario.

Tanto sus jeans como su camiseta tenían manchas de café por todos lados. Aquí en la comisaría, ella siempre tenía una muda de ropa en su casillero.

Desafortunadamente, cuando abrió su casillero, rápidamente se dio cuenta de que no tenía una camisa limpia. Sólo un par de jeans. Y su viejo uniforme.

— Uhm, bueno, la camisa estará bien de alguna manera — se dijo, mirándose a sí misma.

Las manchas de café no eran tan graves en la camisa. Además, realmente no importaba. De hecho, no debería preocuparse por su camisa, debería preocuparse por encontrar al chico.

En realidad, debería preocuparse por qué tan rápido seguirían el ejemplo y obtendrían algunos resultados. Lo único que importaba era finalmente encontrar al chico.

Ah, y sobre el hecho de que le había tomado demasiado tiempo recordarlo. Para recordar el detalle. Entonces, ¿por qué no se le había ocurrido antes? De todos modos, ¿qué era lo que había bloqueado sus pensamientos durante tanto tiempo? ¿Cómo es que ella no había podido ver la verdad?

— Kim, ¿estás bien? —!escuchó la voz de Voight detrás de ella.

Kim se volvió hacia él. Ella no se había dado cuenta de que él la había seguido o entrado en la habitación. Sin embargo, debería haberlo sospechado. Ahora que lo pienso, debería haber adivinado que él quería asegurarse de que ella estaba bien.

A Veces Necesitas Más Que Sola Una Amiga Donde viven las historias. Descúbrelo ahora