Capítulo siete

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Pasó una semana y seguía asistiendo al colegio como de costumbre. Seguía irritado con el ambiente que hay entre todos. Andan sonriendo, hablando, riendo entre ellos; un ambiente totalmente lo opuesto a lo que acostumbro.

Salí del salón, y me quedé sentado en el pasillo escuchando algo de música, cuando vi a dos chicas pararse delante de mí. Al mirar su rostro, me di cuenta de que una de ellas era Liam, la otra no sé quién demonios era.

—Eres tú el chico nuevo del que hablan por toda la escuela, ¿no es así? —preguntó Liam.

¿Y esta tipa por qué me está buscando conversación? Esto será un problema, quizá sabe quién soy en realidad.

—No creo que sea buena idea, Liam, tenemos que irnos— le dijo la otra muchacha.

—No, yo quiero conocer al chico que ha estado ocasionando tantos chismes por la escuela, no pensé que sería tan lindo.

Me levanté y quise caminar haciendo de cuenta que no existía y eso le molestó.

—¿A dónde vas, cobarde? — se paró delante de mí, y me le quedé viendo.

—¿A quién llamas cobarde, fea? — di un paso al frente, y la encaré.

—No sabía que eras tan amargado. Debes tener una miserable vida para ser tan serio y gruñón, ¿me equivoco? — sonrió maliciosa.

—¿Cómo lo sabes? — arqueé una ceja.

—Se puede notar a simple vista. ¿Te has mirado en un espejo?

—Habló la típica zorra y plástica. Si no tienes nada interesante que decir, fuera de mi camino.

—¿Y si no me quiero salir?

Sí que tiene una facilidad de irritarme, a tal nivel, de querer matarla.

Quise seguir mi camino, pero volvió a pararse en medio. Me tenía tan cansado con su comportamiento, que quise actuar de otra forma.

Sujeté su mentón y la acorralé contra la pared.

—Vaya, si la niña zorra parece que quiere un hombre nuevo. Eres muy insistente. No eres mi tipo, pero puedo hacer un esfuerzo y hacértelo aquí mismo. Digo, porque es eso lo que buscas, ¿no es así? —sonreí, y ella se puso nerviosa.

—¡Deja en paz a mi amiga! — gritó la otra chica.

—Pues llévatela y que deje de meterse en mi camino —me alejé de ellas, y seguí caminando.

—Me gustan los hombres como tú. ¡Serás mío! — gritó Liam en pleno pasillo.

Ignoré lo que dijo y seguí caminando. Que mujer tan persistente y odiosa.

No sé si debería contarle sobre esto a mi padre, tampoco sé si esa mujer me reconoce y por eso está actuando así. Sería un problema si sus planes se echan a perder por mi culpa. Tengo que mantener vigilada a esa perra.

×××

Al final, decidí no contarle nada, por ahora, no quiero que las cosas empeoren, solo necesito estar pendiente de que ella no vaya a jugar sucio.

Estaba en la hora de recreo, en el mismo lugar de siempre, cuando dos hombres se acercaron a la mesa, invadiendo mi espacio.

—¿Eres tú el infeliz que se atrevió a acercarse a mi novia? — preguntó, y cerré los ojos e hice de cuenta que no lo escuché.

Es el colmo que no llevo mucho tiempo aquí y ya me están buscando pelea y, lo peor es que, supuestamente por una mujer.

Sentí cuando me agarró por el cuello de la camisa y me hizo levantar.

Alma Negra (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora