Abro los ojos aturdida observando mi alrededor, notando las mismas paredes metálicas y tela rojiza que llevo viendo desde hace dos semanas y cuatro días.
Me estiré mientras soltaba un bostezo dejando sacar toda la pesadez que tiene mi cuerpo.
—Bien, iniciemos el día.
Comencé la misma rutina de siempre, ordenar, asearme y por último saque un tapete debajo de mi cama, el señor Iroh me lo regaló poco después de enterarse que hago meditación.
Meditar es un hábito heredado por mi padre, cada mañana nos tomábamos un tiempo para ello, ayuda a relajar el cuerpo y aclarar la mente, esto es lo que ha logrado que pueda lidiar con el estrés.
Luego de un rato iré a desayunar.El silencio es crucial, luego simplemente queda despejar mi mente...
—¡Oye, tú!.
Escuché los fuertes golpes en mi puerta acompañados de los gritos del principe Zuko, intente no fruncir el ceño y mandarlo al diablo.
—¡No estoy!.
Tomé aire y lo solté para volver a relajarme, por fin deje de escuchar al escandaloso chico.
Cerré los ojos nuevamente concentrándome en mi respiración, solo hay que relajarse...—¡Déjate de tonterias y abre!.
Muy bien, se acabó.
Me paré apresuradamente para luego abrir la puerta, viendo a cierto odioso con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
—¿Qué desea su alteza?.
Forcé una sonrisa, que posiblemente salió como mueca, tratando de ser lo más comprensiva posible considerando que interrumpieron el único tiempo que les pedí para mí.
—Mi tío quiere que desayunes con nosotros y por algún estúpido motivo tengo que decírtelo yo. Ve o no, no es mi problema.
Luego de decirme eso se marchó, asegurándome que estuviera de espaldas le voltee los ojos.
Soy una persona muy paciente, mi padre me crío así, solo espero que esté príncipe no me busque más pelea porque va a salir el carácter de mi madre y ahí es cuando mando al carajo todo.
Cerré mi puerta mirando el tapete, supongo que desayunar y luego meditar también está bien.
Que quede claro que esto es porque el señor Iroh me agrada demasiado, su sobrino no tanto (no me agrada en lo más mínimo).Guarde el tapete para luego atarme el cabello en una cola alta, después de hospedarme aquí comencé a arreglarme el cabello de esa manera, antes solo me lo amarraba descuidadamente si no es que lo tenía suelto.
Después de eso me dirigí al comedor, que vendría a ser una habitación pequeña.—Buenos días, _____.
Lo primero que ví al llegar, fue al mayor sentado mientras me sonreía en forma de bienvenida, le respondí de igual forma sentandome en la misma mesa.
Al otro extremo estaba Zuko, aún con el ceño fruncido.
Si sigue así le saldrán arrugas y será un viejito a los 20.—¿Qué tal tu mañana?.
—Todo bien, gracias por invitarme a desayunar, es muy amable.
—Claro que no, después de todo es agradable tener a una chica tan encantadora temprano por la mañana, ¿no es así?.
La pregunta iba dirigida a su sobrino, el cual se limitó a girar la cabeza hacia un lado haciendo como si no le importara el asunto.
Lo ignoré completamente aún cuando su tío lo regaño por hacer ese gesto.
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La misión secreta-Zuko
Romance"_____" solo _____, no hay apodo ni nadie que la conozca, aunque tiene una característica... grandiosa. Ella es descendiente de los nómadas aire, del único grupo que pudo huir, pero solamente queda ella con el conocimiento de su poder. En un mundo d...