Cap 18: Piratas.

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Ya había pasado la hora del almuerzo y mi tío seguía en busca de su teja del loto, pasó un largo rato hasta que al fin admitió que aquella pieza del juego no se encontraba en este lugar.

—Me alegra saber que este viaje no fue más que ¡una perdida de tiempo!.

—Ya, ya, lo hecho, hecho está.

Otorgué suaves palmaditas en la espalda de Zuko esperando que eso lo calmara un poco, aunque para ser honesta no está tan enojado como otras veces.

Sinceramente me sorprendió mucho la paciencia con la que trató la situación, esperó un largo tiempo a que su tío le diera las noticias exactas sobre la teja que perdió y conociendo a Zuko ya lo habría arrastrado para irnos.

—Oh, no se equivoquen. Siempre he dicho que lo único mejor que lo que andabas buscando es encontrar algo que no estabas buscando, y a un excelente precio.

Pronto varios guardias llevaron la infinidad de cosas que había comprado nuestro tío, a veces él llega a ser igual de impulsivo que el príncipe, aunque en otros sentidos.

—¿Compraste un cuerno Sungi?.

—¡Para amenizar el barco! Ahora, si solo hubiera unas flautas.

Reí por lo bajo siguiendo a mi tío a dónde fuera que nos llevase, pronto se decidió por un barco de madera, no tenía temática en específico, solo habían cosas.

Al entrar, note varias detalles, el ave sobre el hombro del señor mayor no era cualquiera, sus ropas eran extrañas y cada uno de ellos portaba arma.

Piratas, sin lugar a duda, probablemente gran parte de estás cosas sean robadas, cada una de ellas con un gran valor, algo que en estado normal ni loca pensaría en pagar.

—¡Uuuh, pero que hermosura! ¿No se vería magnífico en la nave?.

Mi tío sostenía una estatua de un mono con piedras rojas en lugar de ojos, muy similares a la gema de mi collar, aunque en realidad esa cosa me hacía sentir incómoda.

—Mejor ya vámonos.

No me siento segura aquí, entre los piratas y ese mono siento que algo va a salir mal en cualquier momento.

—Perdimos a la chica y al pequeño monje calvo que viaja con ella.

Me tensé al escuchar esas palabras, las únicas personas que se me vienen a la mente con esa descripción son Aang y Katara.

—¿El monje tenía una flecha en la cabeza?.

Ay no. Todo es culpa de ese tonto mono.

¡Ellos dijeron que no tenían mucho dinero! ¡¿Qué hacían aquí?!.

(...)

—¿En serio vamos a confiar en ellos?.

—Tienen pistas sobre el Avatar.

—Son piratas, Zuko. Pi-ra-tas.

El príncipe y yo andamos cuchicheando sobre lo mala idea que era esto, al menos para mí.

Suspiré viendo que de todas formas no me hacía caso, su pequeña nave salió del barco para poder transportarnos en ella, obviamente yo iba a ir, los desastres no se arreglan solos.

Para colmo no puedo mandar a Fly para avisar, los piratas son más desconfiados y perspicaces, podrían descubrirme en el menor intento, además no deben estar muy lejos y si atrapan a mi ave con ellos estaremos perdidos.

Solo podía pedir al cielo que todo resultara bien, sin tantos inconvenientes.

Nos pusimos en marcha, un barco junto al otro, siguiendo el mismo ritmo, hubiera preferido que buscáramos en el bosque, ya que se robaron un pergamino maestro agua, deben aparecer en el agua en cualquier momento.

La misión secreta-ZukoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora