La misión secreta-Zuko

Cap 14: Encuentro

El sol apenas estaba saliendo, se podía ver todo con más claridad pues todo se iluminaba poco a poco.

Esta es la quinta vez que me despierto y solo ha sido por el ruido de las aves o incluso por el viento chocando contra la ventana.

Supongo que en parte es bueno mantener ese hábito mío, mi cuerpo está en constante alerta y por eso cuando estoy en un lugar que no conozco mi sueño se vuelve demasiado ligero.

Tendré que regresar a aquellos días en los que de vez en cuando no podía pegar un ojo, pero de alguna forma me acostumbraré, ya lo hice una vez y puedo volver a hacerlo.

(...)

Kai me invitó el desayuno, ahí pude entender un par de cosas, su don y el porque estoy aquí ahora.

—Entonces... ¿puedes soñar con cosas y personas importantes pero no sabes para qué?.

—Más o menos. A veces mis sueños son una especie de rompecabezas, en el último que tuve apareciste tú y después de unas lecturas supe que ayer estarías aquí, tenía que aprovechar para averiguar la situación.

Asentí con fascinación, la anterior anécdota que me contó fue cuando soñó con la muerte del hijo del señor Iroh, desde ahí supo de sus habilidades y fue guiado por las enseñanzas de su maestra.

-—¿Puedo consultarte algo?.

—Claro, no hay problema.

—Yo también tengo sueños premonitorios o bueno, sueños del pasado relacionados con el futuro próximo, pero siempre escucho la voz de alguien como si fuera el que me está mostrando las cosas.

Lo ví meditarlo un momento mientras comía, terminó de tragar lo que estaba masticando para luego hablar.

—Suena como sí no fueran tus sueños como tal, quizá algún espíritu intenta enseñarte algo, ¿no reconoces la voz que te habla?.

Negué soltando un suspiro, pensé que obtendría una pista pero no, supongo que no puedo tenerlo todo en la vida.

Continuamos comiendo con tranquilidad, hoy Kai no abrirá su tienda, mencionó algo respecto a una charla importante que tener conmigo, supongo que deben ser cosas de adivino. No lo sé, es el primero que conozco.

Acabando de desayunar decidimos caminar un poco por el pueblo, esperé escuchar algo respecto a la conversación pendiente pero no hubo pista alguna, algo impaciente decidí iniciar la plática.

—¿De qué querías hablar?.

—Es gracioso, quiero hablar de lo que tú tienes que decir. ¿Qué aqueja tu mente últimamente?.

—Nada realmente.

Intenté no prestarle atención a la intensa mirada de Kai que se disfrazaba detrás de su amable sonrisa. Él no me está creyendo, no lo culpo, yo tampoco me creería.

—En serio, que me dejaran aquí no me molesta para nada.

—¿De verdad?.

Estaba por responder igual de segura pero unos recuerdos de mí divirtiéndome en el barco me traicionaron, terminé por reprimir mis palabras y ante su atenta mirada acabé por decir algo distinto.

—Solo... me decepciona un poco.

—Ya veo, ¿por qué sería eso? ¿eran muy cercanos?.

Medité un poco mis palabras, ¿qué puedo decir y que no?. Me preocupa exponerme demasiado pero con lo hábil que es Kai lo terminará descubriendo tarde o temprano, supongo que no tengo otra opción.

—¿Puedo ser honesta sin que me juzgues?.

—Claro que si, querida. De todas formas ya tengo una idea, ya sabes, visiones.