Cap 11: Isla de Kyoshi

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Todos los aliados son necesarios.

¿Ah? ¿Qué fue eso? Miré atrás mío pero no había nadie, quizá me lo he imaginado, después de todo tuve muchas conmociones estos días.

—¿Sucede algo, _____?.

—Creo que escucho voces, pero nada por qué preocuparse, Suki.

Miré a la chica con vestimenta de guerrera Kyoshi, hace algunos días me perdí en medio del inmenso mar y terminé por llegar a esta isla, llevo dos dias aquí, he aprendido un par de cosas entrenando con las chicas.

—Sabes, aún recuerdo cuando 5 de ustedes casi me toman como prisionera, qué recuerdos.

—Eso fue hace dos días, ¡y ya te pedí perdón!.

Reí ante su respuesta, cuando llegué intenté inspeccionar un poco el área para tratar de ubicarme en el mapa, entonces encontré a Suki, intenté hablarle pero ella y su ejército intentaron atacarme, pude librarme de todas ellas a duras penas.

Solo pude dar mi explicación cuando todas estuvimos lo suficientemente cansadas, ellas para seguir atacandome y yo para seguir escapando.

Además, solo pudieron creerme al ver el deplorable estado en el que se encontraba mi canoa, aún no pude juntar suficiente dinero para una nueva, estoy tratando de sobrevivir con lo que me sobró de mi último trabajo, después de todo el baile callejero no siempre recibe buenas propinas.

—Por cierto, Suki, ¿cuántos años tienes? eres muy buena luchando siendo muy joven.

—Las guerreras Kyoshi somos entrenadas desde jóvenes, es nuestra labor proteger esta isla y respondiendo a tu pregunta; tengo 14 años.

—¡Tenemos la misma edad! Supongo que esto es parte del destino.

Ambas nos sonreímos para seguir con nuestra comida, tiempo después tendremos que entrenar y el alimento es necesario para fortalecerse.

Planeo quedarme una semana, luego tendré que partir nuevamente, es peligroso quedarme en un solo lugar por mucho tiempo, pese a que muy pocos saben de mis antepasados y nadie conoce de mi existencia, nunca se sabe cuándo podría cometer un error e involucrarlos a todos.

Incluso me he planteado infiltrarme en la propia Nación del Fuego, aun si supieran que existo nadie pensaría que el objetivo que persiguen está en su propia casa.
Pero por ahora seguiré viajando de un lugar a otro, además así conozco más gente y sitios muy divertidos.

Me gusta mucho Kyoshi, su gente es muy amigable y los alrededores son muy tranquilos, lastimosamente la semana pasó volando, estaba despidiéndome de todas las chicas y el jefe de la isla, logré conectar con varias de ellas, en especial con una.

Suki me miraba con una sonrisa mientras se cruzaba de brazos, yo me acerqué sonriéndole de vuelta.

—Ven conmigo, tengo algo para ti antes de que te vayas.

La seguí todo el camino hasta llegar al primer lugar donde nos conocimos, pensé de primera instancia que se despediría de mí aquí pues de ahí mismo partiría con mi canoa en mal estado, pero suficientemente fuerte para llegar al siguiente pueblo... creo.

Fuerzas canoita.

—¡Tarán!.

Me sorprendí al ver que tiraba de una sabana dejando expuesta una canoa completamente nueva, la miré, luego al transporte y viceversa.

La emoción me inundó y salté a abrazarla con mucha fuerza, Suki me devolvió el abrazo con la misma intensidad.

—No podía permitir que te fueras sin asegurar que estés bien, así que más te vale volver tan sana como te estoy dejando.

La misión secreta-ZukoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora