Cap 7: Escape

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Lo encontré, después de 5 años buscando, de ir de un lado para el otro, de pensar que nada tenía sentido, él está aquí.

—Aang...

Dejé escapar su nombre casi inaudible, aún así parece que me escuchó, dirigió su mirada hacia mí pero ya sin la sonrisa que le mostró a los chicos de la tribu, ahora parecía tratar de recordar algo mientras me observaba.

Poco a poco se fue acercando a mi rostro con su mano en su barbilla.
¿Tengo algo en la cara?.

—Uhm... Tú me recuerdas a alguien...

Mientras él seguía pensando yo miré de reojo atrás de él, Zuko ya se había levantado e hizo las señas necesarias para mandar a los soldados, por suerte Aang se dio cuenta de esto y se acercó a ellos para pelear.

En todo ese trayecto no había dejado de lado un bastón que tenía en sus manos. Antes, mi padre me explicó que se podían usar herramientas o armas para potenciar nuestros elementos, me imagino que será por eso.

Tal y como imaginé, el pequeño maestro aire uso ese palo de madera para tirarles nieve encima para luego pararse firmemente.

—¿Me buscabas?.

—¿Tú eres el maestro aire? ¿Tú eres el Avatar?.

Todos parecían muy sorprendidos, era de esperarse, después de todo han transcurrido 100 años y sigue viéndose igual que cuando cayó al agua o al menos es lo que creo según mi visión.

Ahora qué lo pienso, él... no tiene idea de lo que pasó con todos los maestros aire ¿o sí?.
Lo dudo mucho, no tengo idea de como lo tomará pero sin duda no será algo agradable de saber.

—¡...Eres solo un niño!.

—Y tú solo un adolescente.

Touche.

Pronto comenzaron a pelear, Zuko empezó a usar fuego control, el cual Aang pudo mantener a raya a muy duras penas.

—¡Retrocedan!.

Les advertí a todos los pobladores, esto no se ve bien, podría salirse de control en cualquier momento.
Todos me miraron con duda, por suerte, esa chica, Katara, les pidió lo mismo a todos y comenzaron a alejarse.

Un fuerte fuego hizo que todos gritaran, incluso uno que estaba muy cerca de las llamas.
Un pequeño niño estaba próximo a encontrarse con esa inmensa cantidad de calor, ante esto comencé a correr hacia el, apenas llegué lo tomé en brazos sin detenerme hasta llegar unos pasos alejados de los demás de aquella tribu.

Ni bien lo solté salió corriendo hacia sus padres mirándome con miedo, pero al final termino por sonreírme.
Supongo que este uniforme es intimidante, pero los niños a veces son muy suspicaces, se dan cuenta de las cosas.

Me mantuve parada a esa distancia mientras seguía observando la pelea, Aang al notar lo que había pasado se notaba preocupado, creo que sé en que acabará esto.

Aproveché la distracción de Zuko en todo esto para dar unos pasos hacia atrás quedando cerca de los chicos que si no estoy mal, son amigos del Avatar.

—A Aang no le queda otra que entregarse.

—¡¿Qué quieres...?!.

El chico, Sokka, fue rápidamente callado por las manos de la chica, quien parece entendió completamente la situación.
Por mi parte, seguí hablando sin mirarlos directamente.

—Pero no se preocupen, lo ayudaré a escapar, para eso necesito que sigan el barco para que en la mínima oportunidad se lo lleven.

Con esto comencé a caminar hacia los soldados, pues tal como predije, el joven maestro aire se entregó para mantener a salvo a La Tribu Agua del Sur.

La misión secreta-ZukoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora