Cap 21: Viaje hacia el Avatar.

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«Siempre estaré contigo, lo prometo».

Me levanté frunciendo le ceño, por la última frase que escuché en mi sueño, no lo recuerdo en absoluto pero esas palabras me han estado atormenta desde que abrí los ojos.

Fue una de las tantas promesas de Yu, a estás alturas ya no importa, no le guardo ningún rencor o algo por el estilo, aunque siento la responsabilidad moral de arrojar ese estúpido brazalete en su cara, porque dijo que era importante.

El tema aquí fue el "lo prometo", recuerdo la voz tan clara de su persona mezclada junto a otra que conozco muy bien, la voz de Zuko.

No puedo creer que le hice prometer algo como eso, pero lo que es menos creíble es el hecho de que accediera tan fácilmente.

De alguna forma me preocupa y me deja ansiosa, porque las promesas son muy importantes pero no siempre son hechas para cumplirse.

«Te seguiremos en cada paso que des».

«¿Lo prometes?».

«Lo prometo».

Apreté mis labios ante el recuerdo de mis padres, los momentos felices y el futuro encantado que me imaginaba, solo fueron sueños hermosos de una infante ingenua, que no entendía que algunas cosas nunca se realizarían.

Aún así en mi corazón se alberga la esperanza de que las palabras del príncipe no fueron tan a la ligera, pero realmente no lo sé y preferiría no pensar en eso.

Promesas... que tema más complicado.

(...)

Aburrido.

Eso es lo único que puedo pensar luego del primer día en cama, siento que moriré de aburrimiento, además la medicina sabe horrible.

Di vueltas en mi cama tratando de pensar en que hacer que no sea imprudente en mi estado, aunque realmente me permite muy poco.

El ruido de la puerta llamó mi atención por lo que me senté en mi lugar, el chirrido ya no es tan molesto, soportable diría yo.

—-Hoy llegó una invitada muy especial.

Miré a mi tío con confusión, no mucho después escuché a Zuko decir "Deja de moverte, maldita sea", para luego soltar una queja de dolor.

Observé con preocupación la puerta hasta que por ella pasó una hermosa ave que llevo extrañando un buen tiempo.

—¡Fly!.

El ave voló velozmente hacia mis brazos, donde la recibí con un fuerte abrazo, esta comenzó a restregar su cabeza en mi cara mientras hacía sonidos que me hacían entender que estaba muy feliz.

—¡Te extrañé tanto! ¡No vuelvas a desaparecer mucho tiempo o lloraré!.

Mientras tenía mi hermoso reencuentro, el principe entró por la puerta muy malhumorado, como si nunca lo estuviera, lo iba a pasar de largo hasta que noté la marca de una pata de ave en su cara.

—¡Tu estúpida ave me pateó!.

—Sin insultar a mi bebé.

Lo miré amenazante y luego de segurarme que ya no diría nada, dirigí mi mirada hacía Fly, hablándole con un tono de reproche.

—No debes golpear a Zuko, Fly. Disculpate.

La ave que se encontraba posada en mi brazo hizo un sonidito de disgusto cuando le pedí a Zuko que se acercara mediante señas, tomé su mano cuando estuvo al pie de mi cama y la acerqué a Fly.

La misión secreta-ZukoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora