La misión secreta-Zuko

Cap 25: Deber

—-No queda ninguna esperanza, se acabó.

Ante las palabras de la princesa apreté mis labios mientras cerraba con fuerza mis puños, de haber estado de pies seguramente hubiera caído al suelo.

Soy una maldita inútil, de qué sirve que esté aquí si nunca puedo hacer nada de utilidad.
¿Voz de la razón? Roku se equivocó en decir eso, quizá ni siquiera soy la reencarnación de alguien tan importante, como siempre soy una farsa.

Toda mi vida lo ha sido hasta ahora.

—No, no se ha acabado.

Abrí los ojos con sorpresa, mirando como Aang parecía entrar en estado Avatar, un escalofrío recorrió mi cuerpo, reconociendo la magnitud del poder y el enojo que desprendía.

Podría ser que... ¿las emociones fuertes lo inducen a ese estado?.

Me levanté un poco para acercarme a él, pero mi tío nos detuvo tanto a Karata y a mí en el intento.

Aang caminó hacia el estanque, entonces el Espíritu del Océano y él brillaron en sintonía, luego, de un momento a otro, el Avatar se sumergió por completo en el agua, causando que comenzara a brillar en un tono azul.

El agua comenzó a reunirse, creando así un monstruo gigantesco, cuyo núcleo era el propio Aang. No, esto no está bien. Estamos ganando ventaja pero Aang no está en sus cinco sentidos, así no es como debería inducirse el estado Avatar.

Lo mejor será no intervenir en el estado Avatar, es muy peligroso, más para nosotros que Aang. Si él llegara a dañarnos estando así, seguramente se sentiría culpable y termine por negarse a usarlo nuevamente.

Regresé mi atención a la situación que me rodeaba actualmente, mi tío dejo al pez en el agua, este flotaba sin hacer ningún movimiento, indicando que ya se encontraba sin vida.

—Es raro...

Comenté captando la atención de los demás, Katara y mi tío de un lado, mientras que del otro Yue y Sokka, estos últimos abrazados.

"Entiendo lo que es tener un amor prohibido por las circunstancias..."

Creo que ya entiendo las palabras de la princesa de cuando regresamos en Appa.

—¿Qué sucede, _____?.

—Quizá es mi imaginación, Katara, pero... aún siento energía de la Luna, aunque no viene del pez.

Miraba al agua, sin entender del todo de dónde venía esa sensación, siempre he sido muy perspectiva con esas cosas, mis padres e incluso Yu llegaron a notar eso en alguna ocasión.

La mirada de mi tío se dirigió a Yue, esta, mucho antes de que el tío Iroh dijera algo, parecía ya entender la situación... No puede ser.

—Tú fuiste tocada por el Espíritu de la Luna, parte de su vida está en tí.

—Si, tienes razón, ella me dió la vida... Tal vez deba devolversela.

La princesa estaba por acercarse al pez cuando Sokka la tomó de la mano, tratando de detenerla con su agarré y sus palabras, pero ella claramente no iba a ceder.