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HAZEL BAKER

— No me lo puedo cree, están muy buenos los chicos, que suerte has tenido — me dice Jane mientras me ve en toalla buscando en mi armario algo de ropa.

Ella va con un vestido blanco apretado, una chaqueta de vestir color carne y sus zapatillas blancas.

— Ya, pero yo no vengo a coquetear con mi jefe, no quiero que piense mal de mí, yo solo vengo para poder tener dinero y tener todo lo que quiero — digo rindiéndome en buscarme algo de ropa. Necesito tu ayuda, no se que ponerme.

Mientras me busca algo de ropa me empieza a dar la típica charla de que da igual que sea mi jefe. Para ella le da igual todo, la vida está para disfrutarla y yo como tonta eso me a echo pensar y hacerla un poco de caso.

Cuando ya me tiene la ropa sacada y colocada a mi lado ya que estoy sentada en la cama, lo contemplo y menos mal que ella y yo tenemos los mismos gustos. Me a elegido un jersey azul cielo y una falda blanca apretada y corta y obviamente mis zapatillas blancas, iguales que las de Jade.

— Póntelo, estás divina — Me dice poniéndose sus dos manos a la cadera.

La hago caso, poniéndome lo que me a dicho, luego me dejo el pelo suelto al natural, me pongo un poco de brillo en los labios y me acerco al espejo para verme, junto con Jade, que se pone a mi lado con una gran sonrisa victoriosa.

— Estas de muerte novia mía — me da un pequeño azote en mi trasero.

— Me gusta — desde el espejo la guiño un ojo.

— Vamos, nuestros chicos nos esperan — las dos nos reímos.

bajamos las escaleras y una música muy fuerte retumba toda la casa y ya gente disfruta de ello. No conocemos a nadie de momento y alguna persona que otra nos miran con curiosidad, pero nosotras solo buscamos a los chicos. Nos cuesta encontrarlos pero al final están en la parte trasera de la casa, donde se encuentra la gran piscina. Tienen un vaso rojo cada uno mientras se ríen con dos chicos más que están con ellos, nos decidimos acercar aunque algo avergonzadas.

— Hola — me decido saludar yo primero.

Cuatro miradas se fijan en mí y en Jade, pero yo me fijo en la de unos ojos distintos y atrevidos, que me miran de arriba abajo y luego veo que se relame el labio inferior, eso hace que mis ojos se abran mucho.

— Hola chicas, mirar ellos son unos buenos amigos nuestros, Mario y Fran, ellas son amigas nuestras — Dice Jeff y yo desvío la mirada de Zion y me centro en los chicos.

— Hola, yo soy Hazel — les doy una sonrisa y ellos me la devuelven con otra.

— Un gusto, yo soy Jade — ella hace el mismo gesto que yo y ellos se lo devuelven también.

Los chicos que están con nosotros son bastantes guapos y tienes un aspecto muy atractivo los dos.

— Bueno, nosotras vamos a por bebidas — digo y ellos asienten.

Antes de girarme me fijo de nuevo en Zion, levanto mi comisura del labio derecho y me voy sin decirle nada. Estoy por segura que le he puesto nervioso.

Llegamos a la cocina, donde muchas personas ya están bebiendo y riéndose. Si que le gusta a Zion las fiestas grandes.

Decidimos las dos coger unos refrescos ya que nosotras somos de beber un poco más tarde y nos dirigimos de nuevo afuera, pero esta vez vamos a unos sofás en una esquina de la casa.

— No conozco a nadie casi, como mucho a cinco personas de tantas — digo bebiéndome un sorbo de la lata.

—  Yo igual y los chicos están a su bola — me repite el movimiento.

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