Nueva VIDA

20

HAZEL BAKER

— ¿Por qué los coches hablan? — Lion a mi lado se queda curioso por la película que estamos viendo.

Hace unos veinte minutos vino del colegio y ahora estamos Zion, Lion y yo en el sofá viendo una película, como bien a dicho Lion, de unos coches que hablan.

— Es por la gasolina, tienen una sustancia rara que los hace hablar, es una especie de magia de Harry Potter — Zion intenta explicárselo.

Le miro con una cara asesina y alargo mi brazo para empujarle con mi mano su hombro, dado a entender que no le diga esas cosas a Lion.

— Oh, estos es muy extraño, pero me gusta, ese coche rojo se parece al de Van — señala la pantalla con una sonrisa.

Noto que se empieza a tumbar hasta apoyar su cabeza en mi regazo, sinceramente en ese momento me puedo estar muriendo de ternura. Yo con mi mano le acaricio el pelo y luego giro mi cabeza a Zion que me está mirando con un brillo en sus ojos, le sonrío y me centro en la película.

— ¿Te gustan las películas de dibujos, Zel? — Lion mientras tiene su cabeza mirando a la película me empieza a interrogar.

— Me encantan, aunque me hacen llorar, ¿Te cuento un secreto? — desde mi regazo la cabeza de Lion asiente. Soy muy llorona, tan llorona que lloro hasta cuando un minino levanta su patita.

Eso le hace reír, incluso noto la risa de Zion intentando aguantársela, pero le es imposible.

— Eres muy débil ¿Verdad?

La pregunta de Lion me deja con un remordimiento en el cuerpo y me deja pensando el pasado que tuve, donde sí era débil, tenía tanto miedo y me dejaba hacer de todo por mis padres, me dejaba por el temor a que se enfadasen aún más y sufra el doble.

— Con las películas si que lo soy y mucho, aunque su final sea feliz, siempre lloro — con mis uñas le rasco el cuero cabelludo.

Se lo hago porque se que eso te hace dormir y para que descanse un rato, aunque tengo algo de envidia, ya que es mi masaje favorito.

Después de un rato noto que su boca transmite pequeños ronquidos dado a entender que ha caído en un sueño ya.

— Deja que yo lo llevo a su cuarto — Zion se levanta y fácilmente coge a Lion poniéndoselo en sus brazos.

Se va con él, yo le sigo con la mirada hasta que desaparece entre las escaleras.

Voy a mirar mi móvil y resulta que tengo unos mensajes de Jade:

Jade: Corazón, ¿Cómo estás?

Jade: Veo que bien, ni de tu amiga te acuerdas, debe de estar haciéndote disfrutar mucho Zion.

Yo: Hola mi Honey, lo siento, cuido del pequeño.

Yo: Claro que no, Zion y yo... nada que ver.

Yo: Que digo, claro que hay cosas, ¡Nos hemos malditamente besado!

Espero alguna respuesta, pero supongo que está trabajando, esos mensajes me llegaron cuando ella tuvo descanso. Alejo la pantalla de mis ojos y dejo el móvil en la mesa.

Aún Zion no aparece y eso me extraña pero intento no darle importancia.

Cuando volvimos de aquel sitio maravilloso, decidí recoger toda la casa hasta que Lion vino y nosotros comimos, entonces ahora ya no tengo nada que hacer, así que busco en la televisión una película de dibujos, mi favorita, sobre una chica de pelo largo encerrada en una torre y aparece un ladrón y la rescata, donde ella consigue una nueva vida. Sin duda me siento como ella, desde pequeña siempre he deseado ser ella.