HAZEL BAKER
— ¿Preparada?
— No.
Zion desde el asiento del conductor me coge de la cara y me acerca a él para dejar un suave beso en mis labios.
Estamos en el coche de Ronan que ya no usa, decidió Zion llevarme en él hacia la casa de su abuela, ya que aún sigue sin querer llevarme en moto. Ahora nos encontramos en frente de la puerta aún sin salir del coche y claramente no es por mi culpa...
— Venga, anímate, seguro la caes muy bien y encima mírate, estás preciosa —me deja una mano suya en mi muslo desnudo.
La verdad que me he puesto muy bien, quiero dar la mejor impresión: Un vestido ajustado de color blanco sencillo de manga corta, mis zapatillas blancas y obviamente con una camisa de cuadros ancha, esta vez de color blanco y azul celeste, me he dejado el pelo suelto y de maquillaje lo único que llevo es labial rosa, ya que los coloretes no me hacen falta, ya los tengo incrustados en la piel y mis pestañas están bien.
— Lo de dar buena impresión te lo compro, pero y si cuando estemos hablando digo algo que a ella no la gusta y adiós alegría y esperanzas —enarco una ceja.
— No va a pasar eso, confía en mí, ahora vamos —me da otro beso y sin dejarme hablar más se baja del coche.
Yo ruedo mis ojos y me bajo también del coche, afuera me espera Zion que yo automáticamente entrelazo mis dedos con los suyos y me agarro a su brazo como si fuera una niña que está apunto de ver a alguien desconocido y tiene miedo.
Veo que a Zion le vibra el pecho entonces miro para arriba y me lo encuentro riendo, yo frunzo mi ceño y me le quedo mirando.
— Deja de reírte, no tiene gracia —sigo con mi ceño fruncido.
— Un poco la tiene, tenerme agarrado así de esa manera causa gracia, tampoco me voy a ir y voy a dejarte sola —con su otra mano me da un toque en la nariz.
Yo me suelto de él refunfuñando y me cruzo de brazos.
Caminamos unos pequeños pasos hasta que estamos frente a una casa muy mona, con colores rosas pasteles y cortinas de florecitas.
Zion llama al timbre y después de unos cinco minutos abren la puerta. Una abuelita aparece, con sus ojos pequeñitos, su pelo corto y canoso, una bata rosa con un vestido también de flores y sus zapatillas de estar por casa rosas también, sin duda una anciana muy adorable.
— Nietecito mío —dice la abuela y Zion se acerca a ella para darla un fuerte abrazo.
Es un poco más bajita que yo, pero solo unos dos centímetros. Yo soy un botón.
— Hola abuela, te traigo una sorpresa, me contó Lion que querías conocerla —Zion se pone al lado de su abuela dejándome a la vista de los ojos de ella.
Yo con una gran sonrisa me acerco un poco más con mis manos enredadas detrás mía.
— Hola, soy Hazel, me hablaron mucho de ti y la verdad que tenía muchas ganas de conocerla también —me quedo quieta, porque no sé qué hacer.
Genial Hazel, ni siquiera la das dos besos.
— Oh, que jovencita tan guapa, ven que te estrujo esa carita —me da una gran sonrisa mientras empieza extendiendo sus brazos.
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Nueva VIDA
RomanceNunca sabrás lo que te depara la vida,un día estás feliz y al otro se te pone todo encima...