Nueva VIDA

12

HAZEL BAKER

— Te has olvidado de pasar el trapo por la mesa, mira tiene suciedad — Van baja sus zapatillas de la mesa y señala la suciedad que a dejado ahí.

Mientras yo limpio el polvo del mueble de la televisión, Van está con su móvil en el sofá blanco junto con Lion a su lado.

— Claro, ya lo limpio — le doy una media sonrisa. Termino lo ultimo que queda y enseguida te lo limpio.

— Límpialo ahora, luego sigues con los muebles — su cara no se despega del móvil.

Yo asiento con un ardor en el pecho. me inclino un poco con el trapo en las manos y empiezo a limpiar la pequeña suciedad, cuando me vuelvo a poner recta le hago una pequeña burla a Lion sacándole la lengua y él me devuelve haciendo lo mismo.

— Que graciosa Zel — me da una pequeña sonrisa.

— Lion, ya te dije que la dejes cuando está trabajando — dice ahora despejando los ojos del móvil para mirar al pequeño.

Yo me vuelvo a girar para limpiar el poco polvo que queda y ocultar mi cara de asco.

— Prepárale la merienda a Lion — asiento.

Yo me dirijo a la cocina sin decir nada más y empiezo buscando algo bueno para el pequeño.

la verdad que estar a solas con Van es un sufrimiento, hubiera deseando que al menos Jeff estuviera aquí, pero lamentablemente Zion y él se fueron a un recado.

Entiendo que tengo que hacer mi trabajo, pero de la manera que me trata Van no me parece justo, ni siquiera deja que Lion interactúe conmigo ¿Qué le pasa a ese chico?

Termino de hacerle un sándwich de chocolate untado y cojo un molde mediano, lo pongo encima del sándwich y presiono en ello hasta cortar la forma para salir un adorable oso como silueta, los pocos restos los tiro y busco en el frigorífico un pequeño cartón de zumo para ponerlo junto al osito y dárselo.

Cuando le doy la merienda al pequeño  me premia con una gran sonrisa con todos sus pequeños dientes y empieza a comérselo.

— ¿Quieres algo señor? — le digo a Van con mis manos detrás mía esperando.

— No, puedes hacer tu trabajo y no quiero que te pares a ver tu móvil, ni a algo que te impida hacer tus tareas — vuelve la vista a su pantalla. Prefiero que vayas a trabajar por otra parte, bastante te he visto y ya no tengo ganas de verte niña — su expresión es neutra sin mirarme.

Como siempre asiento con el mismo ardor de rabia y camino de nuevo a la cocina para organizarla un poco y empezar a hacer la cena para cuando sea la hora, ya que ya no tengo que limpiar nada más. Llevo desde las siete de la mañana recogiendo.

Los hermanos son tan parecidos por fuera pero por dentro son totalmente diferentes, como si fueran distintos hijos de varias familias, en el cual Van viene de una familia repugnante, sin cuidados, sin respeto y sin nada bueno, en cambio de Lion y Zion que son lo contrario a su dichoso hermano mayor. Zion tan respetuoso, raro, pero con buen corazón aunque todavía no se deja ver del todo y Lion un bicho, pero un bicho encantador y gracioso.

Luego está Jeff, donde no es de sangre pero es como si lo fuera ya que es una copia pero más pervertida de Zion.

Cuando ya tengo hechos los macarrones con queso con un toque especial mío. Como siempre suelo hacer con mi comida, empiezo por recoger todo lo que he desordenado mientras pienso en mis cosas por ejemplo:

Solo quedan tres días para que se acabe la semana santa y empezar a llevar al pequeño a su colegio, no ver mucho al idiota de Van ya que supongo que estará estudiando o trabajando y lo mismo con Zion y Jeff. Lo único que se de ellos son las edades: Van 25 años, Jeff 23 y Zion 23 también, tres años y cinco años mayores que yo. Me enteré por Ronan que me lo contó y no me acuerdo el por qué me lo dijo.