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ZION HALLEN

— ¡La fiesta se a acabado! — Digo gritando como puedo y claramente la gente no me escucha.

Voy hacia el altavoz grande que hay junto a la televisión y quito la música, ahora si que me van a escuchar.

— La maldita fiesta se a acabado, podéis iros, ya habrá otra.

Hacen caso y en fila la gente se va yendo con sus vasos de bebida. Viene Jeff a verme raro ya que estoy terminando una fiesta y yo nunca las termino.

— ¿Puedes encargarte de que la gente se vaya? Necesito ir al baño — le digo y él asiente.

Voy al baño de mi cuarto, abriendo y cerrando la puerta de un portazo, me apoyo en el lavamanos con mi cuerpo agitado y con una rabia que no puedo controlar, luego me miro al espejo, estoy sudoroso y unos mechones de mi pelo oscuro se pegan a mi frente. Me veo los nudillos y la mano blanca de apretar tanto el cemento del lavamanos. Esta versión de mi llevaba mucho sin salir y no se porque he tenido que reaccionar así, es verdad que ella no es nada mío pero una corriente de odio me a surgido en el cuerpo al ver a ese demente posar sus ojos y hacer gestos vulgares en Hazel, también no se porque se tiene que poner esa ropa tan provocativa, lo único que atrae es a cerdos como ese.

No se que me pasa conmigo mismo desde que he elegido escogerla como ama de llaves, no entiendo las estupideces que me surgen al verla, odio todo esto y me está costando mucho alejarlo. Incluso me está costando alejar el nombre y la cara de Hazel de mi mente.

Obviamente ella va a tener una charla conmigo por la ropa que lleva. Una parte de mi me dice que he echo bien en mirarla de ese modo, para que se sienta culpable y por otra parte creo que la he cagado, pero no me importa. Se que el culpable de esto es tanto Klaus (el demente) como Hazel.

Me doy una ducha rápida para quitarme este sudor y luego me quedo con unos pantalones de chándal grises, sin camiseta y con mi pelo húmedo, también cojo de mi mesita mis gafas de pasta negras y me las pongo. No se cuanto tiempo a pasado pero entiendo que Jeff no haya venido, habrá pensado que necesitaba estar solo. Es lo que yo quiero.

Me voy hacia mi balcón donde da la parte de la piscina apoyándome en el barandal de este. La corriente suave de primavera me choca en el cuerpo desnudo y noto que se me empieza a poner de gallina, pero me gusta, me hace tranquilizarme. Miro al frente, viendo el paisaje ya oscuro y la luna alumbrando toda mi silueta, luego miro abajo y veo a Hazel, Jeff y Jade recoger los vasos tirados o el poco desorden que a creado las personas asquerosas.

Puedo ver a veces como Hazel se agacha y deja ver un poco su culo, me estremezco a eso, una energía se me pasa por todo mi vientre al verla así pero intento pararlo. Desearía estar ahí y bajarle la maldita falda que tanto me pone.

Me quedo un buen rato como recogen y luego decido bajar a ayudar.

Cuando bajo veo a Hazel en el sofá recogiendo papeles y migas de al saber el que. ella levanta la vista viéndome medio desnudo y parado casi en frente suya. sus ojos recorren todo mi abdomen y mis tatuajes y un brillo se le forma en ellos, es raro, pero me gusta que me vea de esa manera.

voy a decirla algo pero una mano grande se posa en mi hombro desnudo haciéndome girar.

— Pensé que no nos ibas a ayudar Ojitos — me dice Jeff con una sonrisa grande.

— Claro que si, solo que necesitaba una ducha para quitarme el apestoso sudor — miento.

— Bueno, entonces manos a la obra — Jeff me da un golpecito en la espalda y se va.

Yo decido no girarme para verla, así que subo mis gafas un poco ya que se me están bajando y camino hacia la cocina, donde debería de haber más desastres, pero no, veo a Jade ya recogiéndola.

Nueva VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora