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CHAPTER TWENTY-SEVEN
COPAS DE MÁS

CHAPTER TWENTY-SEVEN ❝COPAS DE MÁS❞

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Hazel Beckett.

Su llamada será transferida al buzón.

Maldigo por enésima vez, arrojando
el pequeño aparato a cualquier parte de mi habitación. Todos los intentos por comunicarme con Tom, habían sido en vano. Una hora había pasado. y él no atendía mis llamadas. Era fácil adivinar lo que posiblemente estuviera pasando por su mente. Y más, después del montón de mentiras que Bill dijo.

Noami se había puesto en contacto
conmigo, mediante un mensaje, pero
termine diciéndole que habíamos
decidido no ir, y que se divirtiera con Gustav. Era obvio que Tom no irá con ellos, y eso era lo que me preocupaba. Se había ido enojado, y no respondía mis llamadas.
Salgo de mi habitación, cuando
escucho que alguien ingresa a la casa, y no hace falta que deduzca de quien se trata. Era mi madre, acompañada de mi padre. Ya era hora de la salida del trabajo de mi padre, y mi madre aprovechaba para ir por él, y así salir a pasear un rato. Sin embargo, estaba enfadada con ella.

Voy dispuesta reclamarle por haber dejado entrar a Bill, pero me detengo solo por mi padre. No quería que nos viera discutir. Jamás lo habíamos hecho, y además, se veia cansado del trabajo, y lo que menos quería era que tuviera que soportar esto. Así que solo me limito a saludarlos desde la parte de arriba, y vuelvo a ingresar a mi habitación.

Necesitaba hablar con Tom, y era
inútil que fuera a su casa. Podía estar segura que no estaba ahí. Cierro con seguro mi puerta, para así evitar que mi madre ingresara y viniera con sus estúpidas preguntas sobre algo relacionado con Bill.

Estaba harta de que siempre se pusiera del lado de él, yo era su hija, es a mí a quien debería mostrarle apoyo. Además, ni siquiera le había dado oportunidad a Tom, es más, yo aún ni siquiera se lo presentaba. Pero tenía pensado hacerlo, aunque ahora, no estoy muy segura de ello.
Me recuesto sobre mi cama, y dejo
salir un gruñido. Todo estaba tan bien, y de pronto ¡Bum! ¿Sería siempre así entre nosotros? Apenas hoy por la mañana solucionamos lo anterior, y ya estábamos con otro problema. Me cubro con la cobija, girándome hacia la mesita de noche. Cierro mis ojos, y dejo salir todo una vez más.







Tom Kaulitz.

No sabía cuantas bebidas llevaba,
sin embargo, me sentía lo suficiente
mareado para confirmar que estaba
ebrio, pero consiente. Y es que no
importaba cuantos vasos con vodka
bebiera, la imagen del bastardo de
Bill, saliendo a un lado de Hazel, en casa de esta, estaba grabada en mi
mente, y pareciera que estaba en
modo de repetición. Debí molerlo a
golpes en ese momento, pero estaba
herido, y lo único que quería era
marcharme de ese maldito lugar. Por otro lado, también estaba la escena de Hazel golpeando a Bill, pidiéndome que la escuchara. Y me maldigo por no haberlo hecho, pero como dije, estaba herido, furioso, y quería apartarme. Por mi mente cruzo la idea de reunirme con Gustav, pero recordé que estaba con Naomi, y era mejor no mezclarlo en mi propia mierda. Así que deje que ellos disfrutaran la noche solos igual que yo en este momento.

Eclipse | T.K | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora