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CHAPTER TWENTY-FOUR
❝BIBLIOTECA❞

CHAPTER TWENTY-FOUR ❝BIBLIOTECA❞

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Hazel Beckett.

Abro la puerta y me encuentro con
la presencia de mi mejor amiga. Esta
agitada, y me empuja hacia a un lado, para poder ingresar sin problemas dentro de mi casa.

─Buenos días, para ti también.─ ironizo, cerrando la puerta y girándome para verla.

─Necesitamos hablar.─ gruñe en voz baja, viendo de reojo que nadie más este escuchando. ─Sobre lo de ayer.─ específica, antes de que pueda preguntarle. ─Después de que terminaron las clases, no tuve tiempo de venir a verte, o llamarte. Aunque lo intente muchas veces por la mañana y durante la noche.─ habla demasiado rápido sin darme tiempo de argumentar. ─Tu mamá me llamó para saber si estabas conmigo, y le tuve que mentir, después trate de contactarte y no respondías mis llamadas. ¿Dónde estuviste? Porque es obvio que con Bill, no.─

Suelto un resoplido con su última
mención. ─No tengo porque estar con Bill, él y yo ya no estamos juntos, ni lo estaremos.─ le aclaro, cruzándome de brazos, mientras avanzo hacia la sala, donde tengo mi bolsa.

─¿Entonces?─ Muerdo mi labio, y
rasco mi frente. Es imposible ocultar
la sonrisa que ha salido a relucir, y
ella rápidamente arma su cuartada.
─¡No!─ murmura con asombro e
incredibilidad. Asiento, dejándome
caer en uno de los sillones, y ocultando mi rostro en un cojín. ─¡Oh por dios! ¡No puedo creerlo!─ se lanza encima de mí, moviéndome en exageración. ─Jura que no estas mintiéndome.─

─¡Nay! ¡Quítate de encima! Y, claro
que no estoy mintiéndote, estuve con...─ bajo mi voz. ─Tom.─ suelto en un murmullo.

Cubre su boca, para evitar dejar
salir con gran estruendo su grito por
la emoción. Me cuelgo mi bolsa, y
comienzo a caminar hacia el pasillo,
con ella detrás de mi.

─¿Cómo se lo dirás?─ pregunta de
repente.

─¿Cómo se lo diré a quién?─

─A Bill.─hago una mueca, sin saber que responder. No tenía
pensando decírselo.

─¿Qué debe saber Bill?─

Ambas volteamos a ver a la silueta
de mi madre. Esta recargada en el
borde de la cocina. Por un momento
habia olvidado que estaba en la cocina preparando el desayuno. Naomi, aprieta sus labios, y entre abre un poco más sus ojos.

─N-nada.─ titubeo, tragando con
fuerza por la garganta. Ella sonrie.

─Espero que ya este todo arreglado
entre ustedes, cariño.─ murmura,
regresando al interior de la cocina, Naomi hace una mueca, y alza sus
cejas.

─Las cosas no han mejorado, madre.
Ni lo harán.─ le dejo en claro de una
buena vez. Naomi y yo quedamos
en el marco de la puerta. ─Ya no
regresaremos, me canse de ser su
estúpida novia a la cual presumía en
público por el día, mientras que por
las noches estaba con otras.─

Eclipse | T.K | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora