S|| "Cuida tus espaldas Bill, porque en el espacio que dejaste, Tom y Hazel se acercaron más de lo que imaginabas, cambiando el curso de todo lo que creías seguro."
•Tom Kaulitz Fanfic
•La obra contiene lenguaje vulgar.
•Contenido +18.
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─No debiste hacer esto.─ murmura Tom a mi lado, después de unos largos minutos de silencio. Me encojo de hombros, sin apartar mi vista de la carretera. Y solo eso se mencionó durante todo el trayecto de mi casa a la suya. Quito las llaves y las estiro hacia él, para que las tome. ─Gracias.─ musita, abriendo la puerta del asiento acompañante. ─Tom, tenemos que hablar─ le recuerdo, haciendo que se detenga.
─Entremos, ¿Sí?─ me pide, y dudo por un momento. Y por mi expresión, sé que sabe porque no quiero entrar. ─Mi padre está en el casino con sus compañeros de trabajo y mi madre lo acompaña. Como cada viernes.─ especifica. Asiento, y salgo del auto. Mantener el equilibrio le resulto un poco dificil, pero lo sostuve con fuerzas, si él caía, también yo. Entramos a su habitación y no duda en dejarse caer en su cama.
─Tom.─ murmuro, acercándome con cautela. Se endereza, y estira su mano hacia mí. Aprieto mis labios en una pequeña sonrisa, y me acerco a él. Entrelaza nuestras manos, y me jala con delicadeza hacia su pecho. ─¿Podemos hablar?─ susurro, cerca de sus labios.
─Confió en ti.─ murmura, rozando su nariz con la mía, provocando que entrecierre mis ojos. ─Pero ver a Bill ahí.─ abro mis ojos, y lo veo hechar su cabeza para atrás. ─Dios.─ deja salir en un resoplido. ─Me jode que él siempre este por delante.─ hago una mueca, y hundo mi rostro en su cuello.
─Mi madre fue quien lo dejo entrar.─ confieso, alzando mi mirada.
─¿Qué?─ Ruedo los ojos, y me enderezo un poco.
─Me tomo por sorpresa en mi habitación, y-yo estaba..─
─Dime que ese maldito no se atrevió a...─
─No.─ lo cortó de inmediato, calmando un poco su temperamento. ─Él quería hablar.─ suelto un resoplido. ─Pero se salió de control. Lo desconocí por completo.─ recargo mi barbilla, en su pecho, y trazo líneas en su brazo con las yemas de mis dedos.
─Quizá se deba a tanta porquería que se ha metido.─ masculla, con irritación.
─Tengo miedo.─ admito, mordiendo mi labio. Tom se endereza,y me hace que lo vea.
─No le temas a ese imbécil, mientras yo este, él no podrá hacerte nada. ¿Me escuchaste?─ Dejo salir un suspiro.
─No tengo miedo solo por mi, si no, por ti también. Esta tarde, me dejo muy en claro, que no va a dejarnos estar en paz y quedo comprobado con lo que te dijo en la tarde. Arruino nuestros planes, hizo que discutiéramos, y yo no quiero que nuestra relación sea así.─
─Y no lo será─ me dice, con suma seguridad, tomándome del rostro. ─No dejaremos que él, ni nadie más se nos interponga en nuestra relación.─
