S|| "Cuida tus espaldas Bill, porque en el espacio que dejaste, Tom y Hazel se acercaron más de lo que imaginabas, cambiando el curso de todo lo que creías seguro."
•Tom Kaulitz Fanfic
•La obra contiene lenguaje vulgar.
•Contenido +18.
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Tom Kaulitz.
Piso con esfuerzo, cuando me pongo de pie. Los brazos de Gustav me ayudan a que no me caiga. Mis padres se adelantan para ir a hacer los trámites del alta, y liquidar la cuenta del hospital. Salimos a paso lento de la horrible habitación que solo hacía que me sintiera peor. Me dolía el cuerpo, tenía que admitirlo. Por un momento creí que no iba a salir de esta. Cuando sentí a Bill caer casi sobre mí, creí que era el final para ambos, pero no fue así. Gracias a ella estaba vivo, gracias a ella Bill estaba recuperándose de la herida. Me sentía un maldito idiota por haberle dicho todas esas cosas aquel día, pero no podía hacerla sufrir a mi lado. Era lo mejor, por mucho que me muriera de ganas de ir a suplicarle que me perdonara por haber dicho eso, y tenerla entre ms brazos como siempre quise, lo mejor era alejarme.
Aprieto mis labios sintiendo punzar mi costado izquierdo.
─¿Estas bien?─ pregunta Gustav preocupado, y asiento.
─Es normal, supongo.─ murmuro, haciendo una mueca. Él asiente, sin expresión alguna. ─¿Cómo sigue Bill?─ me atrevo a preguntarle.
─Mejorando, ya ha despertado, pero aun seguirá unos días más en observación.─ Responde, sin dar más explicaciones. Asiento, quejándome una vez más.
─Mierda, esos tipos me dejaron adolorido de todo.─ mascullo, deteniéndome en el pasillo.
─¿Quiere que llame a un doctor?─
─No.─ lo corto de inmediato.
Lo que menos quería era que me dejaran otra jodida semana aquí, no lo soportaría. Espero a que el dolor se me pase un poco, para volver a emprender el camino hacia la salida. Quería llegar a mi casa y descansar de una buena vez. Aunque con todo lo que pasaba por mi cabeza, moría de ganas por ir directo a casa de Hazel, y tratar de arreglar la mierda que había dejado. Pero me vi en la necesidad de recordarme que lo mejor es que este lejos. Gustav me espera el tiempo que necesite para recuperarme, cuando le digo que estoy bien, vuelve a sujetarme. Pese al molestoso dolor, esta vez no me iba detener, quería largarme cuanto antes de este jodido lugar.
No obstante, me veo en la necesidad de detenerme, cuando capto a Elizabeth, madre de Hazel saliendo de uno de los pasillos, dirigiéndose a la salida.
─¿Era la madre de Hazel?─ formulo, a sabiendas que de que era ella.
─¿Quién?─ cuestiona Gustav, viendo a mi dirección, pero la mujer ya había salido. ─Seguramente vino a ver como se encontraba Bill.─ murmura, incitándome a caminar nuevamente
─¿Cómo esta Hazel?─ dejo salir de repente. Su agarre se intensifica provocándome un gruñido. ─Mierda.─ lo miro con enojo.
─Lo siento.─ dice relajando sus manos. ─¿Por qué te interesa como está ella?─ pregunta, sin mirarme.
