12

670 62 2
                                    

CHAPTER TWELVE
SOSPECHAS

CHAPTER TWELVE ❝SOSPECHAS❞

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tom Kaulitz.

La voz de Bill se vuelve a escuchar,
lamándola. Los orbes de Hazel están
viéndome con terror. Sinceramente no me importaba que Bill nos
descubriera a solas en el aula de
fisica. Sin embargo, no quería que ella saliera dañada. Podía imaginar
la cantidad de obscenidades que
saldrían de los labios de Bill y no es
agradable.

Le ofrezco mi mano y señalo la puerta del pequeño almacén de materiales que tiene el profesor, para cuando hacemos prácticas. Ella asiente y me sigue, tomando con fuerzas sus cosas entre su pecho.
Ambos nos quedamos en silencio.
Quizá Bill no entre al aula, pero
también puede que si y así es. Se
escucha el sonido de la puerta al
ser abierta, pocos segundos después
vuelve a ser cerrada.

─Estuvo cerca.─ Susurra, dejando salir un suspiro, mientras intenta salir.

─Oye espera.─ La detengo, oponiéndome en la puerta.

La veo fruncir sus entre cejo con molestia. ─¿Y ahora qué?─ Gruñe, apretando la quijada.

Sonrio, mordiendo mi labio. ─Estábamos en algo, antes de ser
interrumpidos.─ Le recuerdo,
jalándola hacia mí. Se aparta de mi
agarre con facilidad y pone unos
centímetros de distancia.

─Eso no debió pasar.─ Me muestra una gélida sonrisa, y me trata de
apartar.

─Esas palabras ni tú te las crees.─Le reprocho, estampándola con cuidado en la pared. Suelta una risita
nerviosa.

─No es mi problema que tu no las
creas, yo estoy segura de ellas.─ sus
orbes arden, y no dudo de que los
míos igual. ─Ahora si me disculpas
debo ir a solucionar el problema de
la otra noche con mi novio.─ Rio con
amargura.

─¿Sabes algo? Ya estoy harto de que
todo el maldito tiempo estemos así─
Arrojo, alejándome y apegándome a la puerta.

─¿Así?─ Ladea su cabeza. ─Te recuerdo que no somos nada Tom,
ni siquiera amigos.─ aprieto mi
mandíbula. ─Y si te refieres a lo que ha ocurrido estas últimas semanas
entre nosotros, no fue nada, así que
mejor déjalo.─

─¿Dejarlo? ¿Es enserio, Hazel?─ elevo mi voz. Su nerviosismo sale a relucir, y me importaba una mierda eso. ─¿No ha sido nada?─ ella niega, apartando su mirada. Suspiro con frustración. pasando mis dedos entre mis cabellos.

El timbre llena nuestros oídos,
avisando que el pequeño descansó de diez minutos ha terminado y la
siguiente clase comenzara

─Tengo que irme.─ Murmura evadiendo mis preguntas.

─Eres una cobarde.─ alza su mirada,
antes de salir del almacén

─¿Disculpa?─

─Lo que escuchaste─

─No me importa lo que pienses─ espeta, y abre la puerta.

Escucho sus pasos alejarse, mientras
me quedo unos segundos más dentro
del almacén. ¿Cómo podía ser tan
estúpida para continuar con el pedazo de imbécil de Bill? O peor aún ¿Cómo podía, yo, ser tan idiota y
perder mi tiempo con ella?
Salgo con ira del aula de física, y
busco a Gustav por los corredores de
la escuela. Todos corren a sus aulas
correspondientes. Solo espero que

Gustav aún no haya ido a la suya. En mi camino choco con varios. Saco mi celular para marcarle a Gustav. Agacho mi vista para buscarlo entre mis contactos.

─¡Tom!─ La voz de Bill a mis espaldas, hace que detenga mis pasos. Bloqueo mi celular y volteo a verlo. Frunzo mi entrecejo esperando a que se aproxime. ─¿Has visto a Hazel?─ niego, guardando el aparto en mi bolso del pantalón.

─¿Por qué tendría que haberla visto?─ Hago notar mi irritación

─Porque la primera clase la compartía contigo, y si mal no
recuerdo eres su compañero de pupitre.─ Responde, con malhumor.

─Ella salió de prisa, no me hablo en
toda la clase, algo la tenía molesta.─ le digo, a sabiendas de que es mentira. Lo veo hacer una mueca,mientras pasa su mano entre sus cabellos. ─¿Sucedió algo entre ustedes?─ aparento interés. Duda unos segundo, antes de asentir.

─Creo que alguien le dijo sobre mi
presencia en la fiesta de Aisha.─
Dice con angustia. Hago una mueca, y coloco mi mano en su hombro.

─Eso es malo, hermano.─ muerdo mi labio. ─Ella parece estar demasiado molesta, quizás esta vez no haya perdón para ti.─ siento que he ido al límite, pero no puedo contenerlo. Es mejor que se haga a la idea y deje de una buena vez por todas a Hazel en paz.

─Lo habrá.─ Dice con demasiada
seguridad. Me recargo en uno de
los casillero, y espero a que hable. ─Ella me ama, jamás me dejaría por
cualquier idiota que se le presentara
enfrente.─ tenso mi mandíbula, al
escucharlo hablar de esa forma. Su
jodida seguridad acerca de lo que
haría o no Hazel, me hervía la sangre de cierta manera.

─Las personas se cansan, Bill.─ Me
cruzo de brazos

─Pero yo no me cansaría de ella, no sé si comprendas Tom, pero yo jamás la dejaría estar con ninguno hombre que no sea yo.─ espeta, apretando sus puños.

Trago saliva, no por miedo,
simplemente por escucharlo hablar de esa forma. Las drogas en sí, ya estaban afectándolo.

─Eso es demasiado enfermo Bill─
Murmuro.

─Eso es defender lo que te pertenece.─ Masculla.

─Ella no te pertenece.─Le aclaro con
molestia. Él sonríe.

─Me pertenece desde el momento
en que se entregó a mí.─ Dice alzado, viendo hacia sus costados. Aprieto mi mandíbula, y contengo todas mis ganas de lanzarme encima de él. Carraspea su garganta y vuelve a abrir su boca. ─Si algún idiota intenta acercársele, créeme, la va a pasar muy mal, y si ella le corresponde, será peor aún.─ Pone su mano en mi hombro. ─Seré capaz de todo, Tom.─

Se aleja, dejándome completamente
perturbado.

¿Sabrá algo?

¡NO SE OLVIDEN DE VOTAR!

── ⋆⋅✮⋅⋆ ──

Eclipse | T.K | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora