Horas después
Saeng como siempre salió corriendo del salón de clases, contaba con el tiempo justo para llegar al restaurante. JaeJoong, caminaba de prisa tras de él. El chico laboraba en una exclusiva boutique, ambos tomaron el mismo autobús. En el recorrido el joven Heo reprochó a su amigo por el comportamiento con sus compañeros.
—“¿Te volviste loco Jae? ¿Cómo se te ocurre inventar que nuestros padres tienen dinero? Cuando esos chicos se enteren de la verdad, no me quiero imaginar lo que puede suceder... ¡Te excediste!”
Recrimino a su amigo, cruzándose de brazos, mirando la ciudad por las ventanas.—“No va a pasar nada”.
Respondió con naturalidad el joven Kim.—“Para que hombres como Hyun, y Min, se fijen en nosotros necesitamos que nuestros padres tengan cuentas de ahorro en Suiza, acciones en las principales empresas del país, debemos lucir ropa exclusiva de diseñador enumeró con sus dedos. Para ese par nosotros somos nulos, estudiamos ya dos años con ellos y nunca nos han volteado ni a ver y, ¡con lo papacitos que están los condenados!”
Mordió sus labios.Saeng giró su rostro, miró a JaeJoong, y los dos carcajearon.
—“Hyun si es todo un caballero, no como el patán de Min”.
Comentó Jae.—“Bien que te gusta ese resbaloso, yo te conozco”.
Advirtió Saeng.—“Amigo, los ojos se hicieron para ver, y hay que reconocer que aparte de atrevido, patán, y ofrecido está guapísimo”.
—“¡Lo sabía!, ¡Te gusta!”
Exclamó Saeng.—“¡No! Aún no llega a mi vida, el hombre con el que sueño”.
Enfatizó con seriedad el chico cerrando sus ojos.—“Tiene que ser muy atractivo, elegante, refinado, muy educado, esos ya no existen, pero tú, ¡sí que eres bobo!, amigo, tuviste a tu amado Hyun, ahí frente a tus narices, y no actuaste”.
—“¿Y qué querías que hiciera?”
Inquirió Saeng, molesto.—“Sonreírle un poquito, mostrar interés en él, te quedaste paralizado. Mañana que tienes una cita con él, espero no desaproveches la oportunidad”.
—“No pienso asistir al encuentro con Hyun”.
Encogió sus hombros.JaeJoong se atragantó con su saliva ante el comentario de Saeng.
—“¿Tienes fiebre?, ¿Estás loco amigo?, ¿Cómo se te ocurre dejar plantado a Kim Hyun Joong?”
—“Que te agradezca a ti. ¿Cómo me voy a presentar ante él? ¿En estas fachas que ando? Se supone que somos hijos de unos millonarios, no sé cómo fuiste capaz de inventar semejante mentira”.
Respondió con simpleza Saeng.JaeJoong sonrió con picardía.
—“Si es por eso mi querido amigo, no te preocupes, aquí tienes a tu hada madrina, mañana dejarás de ser el ceniciento para convertirte en un príncipe y conquistarás a tu amado rey”.
Afirmó observando a los ojos a Saeng.—“¿Cómo...?”
—“Nos vemos en la noche, aquí me quedo”.
JaeJoong no avanzó a responder la pregunta de su compañero, salió por medio de la gente y se bajó del autobús.Saeng, no entendía en que locura lo iba a meter su amigo, en el bus se iba haciendo toda una película en su mente, imaginando que iba a estar a solas con el hombre de sus sueños. Suspiraba y sonreía, flotaba en una burbuja, que no se dio cuenta del momento que se pasó la parada del autobús dos calles del lugar donde tenía que quedarse.
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Lágrimas.
FanfictionAdaptación para fans. Sin fines de lucro. Créditos al autor correspondiente. ¿Qué será de ti? Observaba a través de los grandes ventanales de su imponente oficina como la lluvia caía con fuerza. Ese ruido ensordecedor lo atormentaba. Le recordaba e...