Semanas después.
Dos meses pasaron desde el día que Saeng y Hyun se hicieron amigos, durante ese tiempo habían salido varias veces, poco a poco ese sentimiento que días atrás comenzó a florecer empezaba a tener nombre, ambos iban descubriendo por primera vez el amor.
El joven Kim se encontraba seguro de estar enamorado de Saeng, y era él a quien había esperado toda su vida.
Saeng, que pasó casi dos años admirando en silencio a Hyun, ahora que eran amigos también comprendió que aquella ilusión que sentía por él al principio se había convertido en amor. Aquel joven era su hombre perfecto.
Un nuevo día de clases empezó. Hyun se sentó junto a Saeng, el chico sonrió complacido.
En la cátedra de economía el docente envió una tarea grupal de cuatro integrantes a libre elección. JungMin de inmediato se dirigió en voz alta a su amigo Hyun.
—“Ponme en tu grupo”.
—“Con gusto patrón”.
Bromeó Hyun, entonces giró su rostro y miró a Saeng.—“¿Hacemos juntos la tarea?”
El muchacho asintió, ladeó una leve sonrisa.
—“Si me incluyes también debes anotar a Jae Joong”.Hyun apuntó el nombre de los cuatro en una hoja, y se la entregó al docente como él había pedido. Luego de clases, se pusieron de acuerdo para coordinar sobre el proyecto.
—“¿Entonces en dónde nos reunimos? ¿En tú casa?”
Inquirió Hyun observando a Saeng.El chico que aún sostenía la mentira, pensó rápido en una excusa.
—“Por el momento mi vivienda está en remodelación, hubo unos inconvenientes con las tuberías. Mi tía salió de viaje, y con lo aprensiva que es, me dejó a cargo del ama de llaves en el apartamento de la señora, mientras arreglan ese problema”.
Titubeó con nerviosismo, al inventar tantas mentiras.—“Comprendo, entonces será en mi residencia. ¿Les parece?”
Comento el joven Kim, mirando a sus compañeros.Saeng se puso nervioso: ¿Cómo se presentaba en casa de Hyun con la ropa que usaba con frecuencia?, entre otras de sus mentiras le había dicho a él que sus padres no querían que se supiera que él tenía mucho dinero, que temían por su seguridad, y por eso le pedían mantener un perfil bajo. El joven Kim le creyó, en el círculo social de sus padres, había muchas personas así, guardando apariencias para evitar posibles secuestros.
—“¿Cuál es la dirección de tu casa?”
Preguntó Saeng.—“Yo los llevo... papacitos”.
Se ofreció JungMin.—“Solo porque no conocemos, vamos a aceptar irnos contigo, idiota”.
Respondió JaeJoong.Los cuatro acordaron reunirse en la tarde para empezar con la tarea. Ese día era el día libre de ambos chicos en sus empleos.
Horas después.
Saeng en su departamento observaba todas las prendas que JaeJoong acomodó sobre su cama. Un escalofrió recorrió cada poro de su cuerpo, al saber que estaría en casa del famoso: Kim KangIn, el exitoso empresario, omma de Hyun.
—“¿Vas a quedarte ahí toda la tarde?”
Regañó JaeJoong mientras se deshacía de su camiseta y se colocaba una camisa de seda.—“Creo que tengo fiebre”.
Musitó el joven.JaeJoong frunció el ceño, se acercó a él, y tocó su frente.
—“No tienes nada. ¿No deseas ir a casa de los Kim?”Saeng mordió su labio inferior mientras todo su ser se estremecía.
—“Son personas elegantes y sofisticadas, van a notar que no somos millonarios”.
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Lágrimas.
Fiksi PenggemarAdaptación para fans. Sin fines de lucro. Créditos al autor correspondiente. ¿Qué será de ti? Observaba a través de los grandes ventanales de su imponente oficina como la lluvia caía con fuerza. Ese ruido ensordecedor lo atormentaba. Le recordaba e...